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Se tira entre el 30% y el 50% de los 4.000 millones de
toneladas de alimentos.
La mitad de la comida que se produce en el mundo acaba en la
basura o pudriéndose en el campo. Entre el 30% y el 50% de los 4.000 millones
de toneladas de alimentos que se generan en el mundo nunca llegan a nuestros
estómagos, según un demoledor informe del Instituto de Ingenieros Mecánicos
(IME) británico titulado: 'Global Food: Waste Not, Want Not'.
McDonald's grabó un video en el que explica por qué las
hamburguesas que se sirven en sus locales no son tan apetitosas, al menos
visualmente, como las que aparecen reflejadas en los carteles de los combos.
Hope Bagozzi, directora de Marketing de McDonald's en
Canadá, protagoniza un video en el que responde a la pregunta de una clienta
llamada Isabel: "¿Por qué la comida tiene una apariencia distinta en los
anuncios y en las tiendas?"
Como explica The Daily Mail, la directora de Marketing
compra una hamburguesa en una tienda y se la lleva al estudio de fotos en el
que se suelen hacer las imágenes de las campañas publicitarias. Y allí empieza
el espectáculo.
La hamburguesa comprada es bastante más pequeña: "Al cerrar la caja, el sándwich está caliente y crea un poco de vapor que contrae el pan".
La creada para los anuncios es más grande, jugosa, y muestra
todos los ingredientes por los bordes (queso, pepinillo, cebolla, mostaza y
kétchup). Esto se debe a un auténtico proceso creativo, con programa de retoque
de imágenes incluido. "Esa hamburguesa (la de la tienda) se cocinó en un
minuto, más o menos. El proceso que seguimos en un rodaje normal suele durar
horas", aclara la trabajadora de McDonald's.
En el video, Bagozzi recalca que las hamburguesas que se
muestran en los anuncios siempre se cocinan con los mismos ingredientes que hay
disponibles en la tienda.
La diferencia principal es que en los restaurantes no
colocan los ingredientes para la foto ni derriten el queso ni inyectan tomate
con una jeringa. Ni, por supuesto, retocan la comida con un programa
informático para eliminar posibles defectos.
Hace menos de dos meses a la niña Martha Payne se le ocurrió
abrir un blog con fotos de los menús de su colegio en Escocia.
En este tiempo,
su blog Never Seconds, creado con la ayuda de su padre, tuvo tres millones
de páginas vistas, y puso en el debate nacional la calidad de la comida en
las escuelas, amén de la fama de la comida británica.
Pero desde hoy, el debate
se cortó por lo sano: las autoridades locales de Argyll prohibieron que
la niña siga fotografiando su plato de comida.
Las autoridades locales justificaron la prohibición
porque el blog estaba poniendo en riesgo el puesto de trabajo de cocineros y
ayudantes del catering del colegio. Aunque posteriormente, según la BBC, la máxima autoridad,
Roddy Mccuish, ordenó que se levante la prohibición ante el revuelo
montado en Internet.
Martha comenzó a publicar sus bacanales de Lochgilphead el
30 de abril. y en apenas 30 posts conmocionaron a la sociedad británica. Sus
comentarios a la comida no siempre son críticos, ni mucho menos, pues la
dejaban entrar en las cocinas; y escritos siempre desde un punto de vista
infantil y cándido. A cada menú le daba una puntuación según lo saludable que
ella lo considerara (al de salchicha le da 9 sobre 10), además de incluir en
una ficha el número de mordiscos o el número de pelos encontrados en el plato
(casi siempre cero).
En el post de ayer Martha cuenta que fue sacada de clase de
matemáticas para ir al despacho del director, quien le informó de la
prohibición. Al parecer el detonante fue el titular en un periódico de papel y
la consiguiente reproducción del artículo en medios digitales e impresos. La
prohibición ha hecho subir las visita en un millón en 24 horas, mientras que se lanzó una campaña por Twitter conducido por el reputado chef Jamie Oliver
con el eslogan: "Mantente fuerte Martha".
La niña, en principio, había abierto el blog para intentar
recaudar 7.000 libras
necesarias para construir una cocina en Malawi. Gracias a la prohibición recaudó 20.000
libras.
“Me hubiera gustado tomar más de una croqueta. Soy una niña
que está creciendo y necesito concentrarme toda la tarde así que no puedo
alimentarme con sólo una croqueta, ¿o alguno de ustedes piensan que podrían?”.
Esa es la queja que la pequeña escocesa Martha Payne, de 9
años, quién publicó en su blog, NeverSeconds,
la fotografía de su menú escolar: la mencionada croqueta de patata, un trozo de
pizza atestada de queso, unos granos de maíz y una magdalena para el postre.
Ese mismo día también subió otra fotografía de un menú
reciente. Costaba lo mismo que el anterior: dos libras (unos dos euros y medio).
Ni el aspecto ni las cualidades nutricionales mejoraban sustancialmente: dos
croquetas de patata, una pequeña hamburguesa, tres rodajas de pepino y un
helado.
Su denuncia y su sentido del humor (puntéa la comida desde
el punto de vista de lo poco o muy saludable que es y añade si ha encontrado o
no pelos) han convertido su blog en un fenómeno de Internet. En pocos días más
de 100.000 personas se han hecho eco de sus quejas y han retuiteado sus
grasientas fotografías. Hasta el prestigioso chef británico Jaime Oliver
(adalid de la comida saludable) la ha apoyado públicamente.
Payne escribe en su blog sobre su asombro
por la repercusión alcanzada y reconoce que tenía algo de miedo a volver a
clase, pero parece que el colegio (sin identificar) han reaccionado bien. De
hecho parece que Payne pidió permiso a sus profesores para fotografiar la
comida y escribir sobre ella.
La madre de Payne, que es médico de cabecera, y su padre la
han ayudado a promocionar y escribir el blog. Su hija dice que ahora sus padres
entienden mejor por qué llega a casa con tanta hambre.