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sábado, 30 de junio de 2012

El tráfico de Internet crecerá 75 veces hasta 2022



El tráfico de Internet crecerá 75 veces en los próximos diez años, según el último relevamiento y análisis difundido por una empresa china fabricante de dispositivos móviles.

"El tráfico de la red crecerá 75 veces en los próximos 10 años, mientras que el de la banda ancha móvil lo hará más de 2.000 veces" afirmó el fundador y director ejecutivo de Huawei, Ren Zhengfei, en declaraciones publicadas por el sitio Europa Press.

El ejecutivo difundió el dato con el cual la industria justifica la necesidad de seguir invirtiendo en infraestructura que pueda responder a este nivel de demanda.

"Debemos construir redes más amplias que el Volga, incluso que el Pacífico, para lograr una comunicación fluida. Los datos tienden a ser abiertos por naturaleza, por lo que debemos desarrollar todo su potencial", afirmó.

Durante su ponencia en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo -desarrollado bajo el lema El liderazgo que funciona-, Zhengfei aludió a los retos de seguridad a los que se enfrenta el sector de las Tecnologías de la Información (TICS).

También subrayó la necesidad de "aprovechar la información con el fin de contribuir a favorecer a la humanidad y adoptar una actitud positiva ante la gran cantidad de flujos de datos, evitando centrar toda nuestra atención en la complejidades o problemas que pueden generar".

iPhone: cinco años del emblema de la revolución digital portátil


Cuando mostró por primera vez el iPhone, el 9 de enero de 2007, en San Francisco. El 29 de junio de ese año se comenzó a vender. AP

El 29 de junio de 2007 se comenzó a vender en los Estados Unidos el iPhone. “Queremos reinventar el teléfono”, había dicho poco antes Steve Jobs, cerebro y alma de Apple, la empresa que desarrolló el celular. La frase, de entrada pretenciosa, al final quedó corta.

El iPhone se convirtió en el emblema de la revolución digital portátil, que mudó el concepto de computadora de escritorio a la de bolsillo. Y ahora, cinco años después, Internet (la conexión permanente a música, datos, mapas, amistades) está presente en la calle, en las vacaciones, en el baño o en el bar, siempre con el mismo aparato personal, individual. El teléfono ya es una computadora que se puede llevar a todos lados.

Aunque fue ideado sólo para un nicho que representaba el 1% del mercado, el iPhone ahora tiene el 9, 5%. Pero su influencia no está en la cantidad de dispositivos vendidos –aunque ya son 250 millones– sino en su singularidad, diseño y avances tecnológicos, que no le dejaron otro camino a la competencia que copiarlo.

Apple logró transformar el concepto de celular con su por entonces revolucionaria pantalla multitáctil, que permite manipular el dispositivo con más de un dedo al mismo tiempo. Antes, las pantallas se manejaban con un sólo toque por vez. La pantalla multitáctil permitió tocar las fotos que tomaba el iPhone con los dedos. Pasarlas, agrandarlas, achicarlas. Jugar con ellas. Acariciar los recuerdos. Los mejores momentos de cada usuario, pasaron a sus manos.

A partir de ahí muchas empresas comenzaron a apostar fuerte a los celulares inteligentes con pantalla táctil y sin teclado, como el iPhone. El exponente que más se le acerca hoy es el Samsung Galaxy, quizá la mejor copia. La revolución es tal que la mitad de los celulares que se venderán este año en Argentina son smartphones, la categoría popularizada por el iPhone.

También el iPhone, quiza junto con Twitter, está cambiando la velocidad con que se conocen los acontecimientos. Como sucedió con el terremoto de Japón, o en la llamada Primavera Arabe, donde en plenas revueltas populares se prohibió Internet por su capacidad de comunicar todo al instante. En plena crisis, en Egipto, por caso, se prohibieron los smartphones.

El periodismo también está cambiando con esta poderosa computadora portátil. Medios como The Guardian y la BBC ya repartieron iPhones en sus redacciones.

Fuente: Clarín

miércoles, 27 de junio de 2012

Nexus 7, la primera tableta de Google



Google acaba de presentar la Nexus 7 durante su conferencia de desarrolladores, en San Francisco.

Se trata de la primera tablet diseñada a gusto de Google, tal como sucedió con su familia de celulares años atrás.

Google adquirió recientemente Motorola Mobility, por lo que la Nexus 7 había sido ya encargada a Asus.

La Nexus 7 de Google tendrá pantalla de 7’’ con una resolución de 1280x800 y un peso de apenas 340 gramos.

En su interior se destaca un Nvidia Tegra 3 de cuatro núcleos más 12 núcleos de GPU. En la presentación de la tablet de Google se exhibieron algunos juegos de amplios requerimientos y el equipo respondió sin problema alguno.

Agrega cámara frontal, Wi-Fi, Bluetooth, NFC y entrega 9 horas de autonomía.

Habrá dos versiones: una con 8GB de almacenamiento y un precio de u$s199; y otra de 16GB, que comenzará a venderse por u$s249.

El sistema operativo que llevará en su interior será Android 4.1, conocido como Jelly Bean.

Por el lado del software, Google anunció Jelly Bean, su nueva versión de sistema operativo Android. Ya van casi 15 versiones  en menos de cinco años. La última Ice Cream, que precedió a Honeycomb (efectivamente, los diabéticos mejor no trabajar en Google) apenas está en el 7% de los aparatos. El 65% de los Android que circulan por el mundo siguen con el sistema Gingerbread (o versión 2.3), Y la nueva Jelly Bean es la 4.1.

Mira la página oficial del evento aquí.


martes, 26 de junio de 2012

Facebook cambia el correo de contacto en los perfiles


El nuevo correo de Facebook.

De fulanitodetal@gmail.com a fulanitodetal@facebook.com. La red social más poblada del mundo ha cambiado, sin previo aviso, las direcciones de correo electrónico de sus clientes en el perfil. Todos los usuarios de la plataforma tienen ahora una dirección con el nombre de dominio Facebook, aunque no la quieran. La modificación implica que cuando alguien le envíe un mensaje ya no lo recibirá en su bandeja de entrada habitual sino en el sistema de mensajería de la red social, a la que deberá entrar si quiere leer la misiva.

Los nuevos datos de contacto han aparecido automáticamente en el perfil o cronología de cada usuario, mientras el viejo correo electrónico ha desaparecido.

Facebook no ha anunciado en ningún sitio el cambio, aunque se escuda en que lo anunció en abril. En respuesta a la agencia de noticias Reuters, la red social ha manifestado:

"Como ya anunciamos el pasado abril, estamos actualizando las direcciones en Facebook. Todo el mundo ha recibido un nuevo correo, estamos desplegando un nuevo ajuste que permite a cualquiera decidir cuál de ellas quiere mostrar en su perfil o cronología. Desde su lanzamiento, la gente ha podido controlar qué post quiere mostrar u ocultar en ella, y hoy ampliamos a otro tipo de información que postean, empezando por los e-mail Facebook."

Si accede a la sección de noticias de la plataforma, encontrará este post en inglés. "A partir de hoy, actualizamos las direcciones en Facebook para que sean las mismas en toda la red social.  Las nuevas direcciones serán actualizadas en las próximas semanas".

En cualquier caso, aunque Facebook no haya dado más explicaciones a la clientela, se puede regresar al estado anterior seleccionando la opción "editar perfil". En la barra de la derecha, donde aparecen la información básica, las fotos y otras características, encontrará "información de contacto". Si entra, podrá modificar la configuración general de la cuenta y volver a tener su correo habitual de contacto.  El nuevo correo electrónico, eso sí, allí permanece.

Fuente: El País de España

domingo, 3 de junio de 2012

Prepárese: en el futuro, todos autónomos


Los 'e-lancers' ofrecerán sus servicios por libre en Internet.
J. MIND (GETTY)

¿Cuáles serán las profesiones más demandadas y más lucrativas en el futuro? ¿Qué trabajos nos ofrecerán más salidas dentro de dos décadas? Acuicultor, nanomédico, webgardeners, microemprendedores, policía medioambiental, narrowcastes, bioinformático… Hoy parecen palabras incomprensibles; mañana, las tendremos todo el día en los labios.

Vivimos tiempos veloces e imprevisibles, en los que los avances de la tecnología y los retrocesos de la historia lo transforman todo de forma continua y el presente ha cambiado tanto que el futuro tampoco es ya lo que era.

El mundo laboral, cuyo porvenir está lleno de preguntas para las que de momento no existen respuestas, sino solo apuestas: ¿cuáles serán las profesiones más importantes y más lucrativas dentro de una o dos décadas, cuando ya no sea tan lógico soñar con ser médico, abogado o ingeniero de telecomunicaciones?

Los analistas, que en este terreno son una mezcla de sociólogos y adivinos, pronostican que algunos oficios que hoy parecen simple ciencia-ficción, como los de fabricante de órganos humanos, acuicultor en plantaciones submarinas, banquero de tiempo, bioinformático, creador de identidades digitales o nanomédico, estarán el día de mañana entre los más codiciados y mejor pagados. Aunque todos ellos serán muy solitarios, porque lo que sí parece evidente es que para entonces la mayoría de los ciudadanos serán lo que ya se conoce como e-lancers, es decir, personas que ofrecerán sus servicios por libre y desde sus casas, conectados unos a otros y con sus clientes a través de Internet. En cualquier caso, parece obvio que ha llegado el momento de prepararse para lo desconocido.

Un estudio de la consultora Fast Future pronostica que entre las 20 profesiones que mejor se adaptarán a los avances científicos y tecnológicos que se avecinan de aquí al año 2030 están las de granjero farmacéutico (que se dedicará a cultivar plantas modificadas genéticamente para que tengan a la vez propiedades alimenticias y terapéuticas), instructor para la tercera edad, geomicrobiólogo (cuyo fin será crear microorganismos que ayuden a eliminar la polución), policía medioambiental (un agente de la ley que luchará contra los ladrones de nubes y controlará el lanzamiento de cohetes de yoduro de plata para provocar lluvias, algo que ya se hace en India y en China), las ya mencionadas de nanomédico (una mezcla de doctor e informático que, entre otras cosas, nos podrá implantar microchips que aumenten nuestra memoria, igual que se hace con un ordenador) y fabricante de órganos (que será un reparador de la salud capaz de combinar cirugía plástica, mecánica robótica y clonación genética para remplazar las partes dañadas de nuestro cuerpo).

Pero todo cambio requiere personas dispuestas a organizarlo y por eso también estarán en primera línea los vendedores de talento, que buscarán a los profesionales mejor preparados y los colocarán en organizaciones de todo el planeta; o los gerentes del bienestar, encargados de la salud laboral en las empresas.

Otros problemas que ya sufrimos hoy, pero que se harán más grandes, son: la fragmentación, que dispersará cada vez más nuestras tareas, nos dejará sin tiempo y nos impedirá darle cohesión a nuestra vida; el aislamiento al que nos conducirá estar siempre conectados pero solo de forma virtual; la escasez de carburantes y la subida de sus precios, aunque en contrapartida se ahorrarán millones al trabajar desde casa y no tener que desplazarse; la exclusión de los pobres, que cada vez serán más y estarán a más distancia de las personas acomodadas, y la destrucción del ecosistema.

En ese último reto, cobrarán una enorme importancia los ingenieros de vehículos alternativos, que buscarán opciones ecosostenibles para el transporte, y los científicos especializados en la lucha contra el cambio climático. Podremos acogernos a la telepresencia en 3D para celebrar en una sola jornada laboral cuatro reuniones de negocios sucesivas en Tokio, Moscú, Río de Janeiro y Nueva Delhi; o comeremos frutas y verduras transgénicas, cultivadas por los agricultores verticales en las fachadas de los rascacielos o crecidas en los invernaderos espaciales que algunos arquitectos interplanetarios ya han diseñado para que sean construidos en la Luna y en Marte; pero nuestra lucha contra la enfermedad y la muerte será la misma.

Parece evidente que el kilómetro cero del futuro está en la palabra tecnología y, por eso, según vaticinan el estudio sobre las profesiones del futuro encargado por el Gobierno británico a Fast Future y otros, hechos por la empresa Iberestudios o por las universidades de Oxford y Barcelona, se acercan buenos tiempos para los abogados virtuales y los controladores de datos-basura, que nos protegerán de los hackers mezclando el Derecho y la Ingeniería Informática; y para los desarrolladores de aplicaciones para teléfonos móviles, los webgardeners, que se encargan de actualizar los contenidos de la Red, y los ayudantes de networking, que serán mitad educadores sociales, mitad relaciones públicas con objeto de mejorar nuestra integración social en Internet; o, como consecuencia de todo eso, para los psicólogos a distancia, que tratarán las adicciones y síndromes que los internautas puedan contraer mientras navegan. También les irá bien a los telecomunicólogos, que serán quienes mantengan la interconexión masiva de computadoras en un mundo en el que prácticamente nadie carecerá de una; y, por supuesto, a los creadores de videojuegos. Todo lo cual vuelve a decirnos que en el fondo van a cambiar más las formas que los moldes: los intermediarios se llamarán gestores, y poco más.

Para terminar, diremos que hay malas perspectivas para los medios de comunicación, donde parece que la actividad con más futuro será la de narrowcaster, es decir, la de experto en segmentación informativa, un profesional que combinará el periodismo, la publicidad y las relaciones públicas para dar noticias a la carta, destinadas a grupos específicos de personas y adaptadas a sus intereses, teniendo en cuenta su nivel de vida, su religión, su estado civil, su lugar de residencia, etcétera. No parece que la palabra objetividad tenga sitio en ese proyecto con aires de plan de fuga.

El mundo cambia deprisa y el futuro, ese “espacio negro para muchos sueños, / espacio blanco para toda la nieve”, según lo describió el poeta Pablo Neruda, empieza a dejarse ver en el horizonte. Cuando estemos allí, tendremos todo el día en los labios esas palabras que ahora suenan tan extranjeras, acuicultor, nanomédico, webgardeners, microemprendedores, bioinformático… Y a los que puedan ser definidos con alguna de ellas parece que les va a ir muy bien. "El futuro ya no es lo que era", como dijo Paul Valéry.

Fuente: País de España

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