Cuando mostró por primera vez el iPhone, el 9 de enero de 2007, en San Francisco. El 29 de junio de ese año se comenzó a vender. AP |
El 29 de junio de 2007 se comenzó a vender en los Estados
Unidos el iPhone. “Queremos reinventar el teléfono”, había dicho poco antes
Steve Jobs, cerebro y alma de Apple, la empresa que desarrolló el celular. La
frase, de entrada pretenciosa, al final quedó corta.
El iPhone se convirtió en el emblema de la revolución
digital portátil, que mudó el concepto de computadora de escritorio a la de
bolsillo. Y ahora, cinco años después, Internet (la conexión permanente a
música, datos, mapas, amistades) está presente en la calle, en las vacaciones,
en el baño o en el bar, siempre con el mismo aparato personal, individual. El
teléfono ya es una computadora que se puede llevar a todos lados.
Aunque fue ideado sólo para un nicho que representaba el 1%
del mercado, el iPhone ahora tiene el 9, 5%. Pero su influencia no está en la
cantidad de dispositivos vendidos –aunque ya son 250 millones– sino en su
singularidad, diseño y avances tecnológicos, que no le dejaron otro camino a la
competencia que copiarlo.
Apple logró transformar el concepto de celular con su por
entonces revolucionaria pantalla multitáctil, que permite manipular el
dispositivo con más de un dedo al mismo tiempo. Antes, las pantallas se manejaban
con un sólo toque por vez. La pantalla multitáctil permitió tocar las fotos que
tomaba el iPhone con los dedos. Pasarlas, agrandarlas, achicarlas. Jugar con
ellas. Acariciar los recuerdos. Los mejores momentos de cada usuario, pasaron a
sus manos.
A partir de ahí muchas empresas comenzaron a apostar fuerte
a los celulares inteligentes con pantalla táctil y sin teclado, como el iPhone.
El exponente que más se le acerca hoy es el Samsung Galaxy, quizá la mejor
copia. La revolución es tal que la mitad de los celulares que se venderán este
año en Argentina son smartphones, la categoría popularizada por el iPhone.
También el iPhone, quiza junto con Twitter, está cambiando
la velocidad con que se conocen los acontecimientos. Como sucedió con el
terremoto de Japón, o en la llamada Primavera Arabe, donde en plenas revueltas
populares se prohibió Internet por su capacidad de comunicar todo al instante.
En plena crisis, en Egipto, por caso, se prohibieron los smartphones.
El periodismo también está cambiando con esta poderosa
computadora portátil. Medios como The Guardian y la BBC ya repartieron iPhones en
sus redacciones.
Fuente: Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario