Imagen del agujero en la capa de ozono sobre
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El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida se ha reducido
a su menor tamaño en 25 años, indicó la Agencia Meteorológica
de Japón, que ha advertido sin embargo de que ello no significa necesariamente
que la capa se esté recuperando.
Según datos de los científicos japoneses, el tamaño máximo del agujero en lo que va de año se detectó el
pasado 22 de septiembre, cuando ocupaba 20,8 millones de kilómetros cuadrados.
Ello supone 1,5 veces más que la superficie del continente
antártico pero su menor tamaño desde 1987, cuando se rubricó el Protocolo de
Montreal para preservar la capa de ozono.
El agujero en la capa de ozono se forma cada año en la Antártida entre agosto y
septiembre, y se cierra entre noviembre y diciembre.
El ozono sirve de escudo para proteger a la Tierra al actuar como
filtro de las radiaciones ultravioleta B provenientes del Sol, que pueden
resultar dañinas para la población en caso de una exposición incontrolada.
Los responsables de la destrucción de la capa de ozono sobre
las regiones polares son gases como los clorofluorocarbonos (CFCs), utilizados
durante casi medio siglo como componentes de aerosoles y refrigerantes para
maquinarias y prohibidos a partir del acuerdo de Montreal.
Japón comenzó a efectuar observaciones en la Antártida en 1957, y
desde entonces la
Agencia Meteorológica envía expertos de forma anual para
efectuar el seguimiento del ozono y de la radiación solar en la estación de
Syowa.
Los datos recopilados desde esta estación llevaron al
descubrimiento del agujero de la capa de ozono sobre la Antártida y aún juegan
un papel importante en el control del medio ambiente y clima global, según la Agencia Meteorológica.
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