El Curiosity pesa casi una tonelada y es un laboratorio
móvil que buscará compuestos orgánicos.
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Se espera que aterrice recién el próximo 6 de agosto. Pero la NASA ya advirtió que serán
"7 minutos de terror". Así se refirió la agencia espacial
estadounidense a la tan ansiada llegada a Marte del Curiosity (Curiosidad), el
más grande y avanzado vehículo robotizado jamás construido para explorar el
planeta rojo, que fue lanzado con pompas el 26 de noviembre de 2011.
El robot explorador, del tamaño de un vehículo, aterrizará
en Marte para comenzar dos años de análisis detallados en 154 kilómetros a lo
largo del cráter Gale, cerca del ecuador marciano. Pero antes deberá llegar, y
para ello la NASA
publicó un video en los últimos días en los que cuenta detalladamente lo
delicado del aterrizaje, a tal punto que asegura que "el margen de error
es cero".
El impactante video, que se puede ver incluso en HD (Alta
Definición, por sus siglas en inglés), recrea el momento del aterrizaje,
coronado con una música dramática que lo único que hace es agregar mayor
incertidumbre. Cómo si fuera el tráiler de una película de Hollywood, la NASA muestra cómo será el
final de un viaje de 570 millones de kilómetros. En el video se remarca en
varias oportunidades los peligros y las dificultades de ese momento, a tal
punto que advierten que si falla el más mínimo detalle, la misión se verá
concluída.
Según describen los especialistas de la agencia espacial,
descenderá mediante un mecanismo de retropropulsión, un equipo de paracaídas y
luego otra retropropulsión interna ayudada por un sistema de cables similar a
las grúas aéreas que utilizan los helicópteros para colocar equipo pesado en
lugares inaccesibles en la
Tierra.
Durante los primeros cuatro minutos de la entrada a la
atmósfera, la fricción impondrá un freno considerablemente la velocidad de la
nave. Sin embargo, en la etapa final, el vehículo estará viajando a más de 1600 kilómetros por
hora, apenas 100 segundos antes de aterrizar. A partir de allí empezará una
etapa clave del aterrizaje, tan dramática como se la representa en el video. Un
paracaídas será el encargado de frenar al Curiosity hasta una velocidad de 322 kilómetros por
hora. Y los últimos en entrar en acción serán los retrocohetes, que permitirán
un aterrizaje suave en la superficie.
Una vez en Marte, con su primera meta ya cumplida, su
objetivo principal será descubrir compuestos orgánicos que permitan averiguar
si el ambiente del planeta rojo contiene o pudo albergar vida, y de existir, si
ésta es nativa o provendría de meteoritos.
EL CURIOSITY, BAJO LA LUPA
El explorador es del tamaño de un automóvil, con 3,05 metros de largo, 2,74 metros de ancho y
2,13 de altura hasta su mástil. Tiene el doble de tamaño que sus antecesores,
Spirit y Opportunity, pesa casi una tonelada y lleva 10 instrumentos
científicos.
El innovador láser del robot podrá vaporizar las rocas y
mediante la utilización de un espectómetro, analizar la composición química de
los gases liberados. La luz reflejada por esos materiales permitirá
caracterizar los minerales, hielos, moléculas orgánicas y otros datos de vital
interés para la misión de 2500 millones de dólares.
El nuevo explorador es propulsado con combustible nuclear,
lo que supone una gran ventaja de movilidad para los ingenieros que
desarrollaron el modelo, ya que el Spirit y el Opportunity debieron permanecer
largos días parados sin recorrer ni un centímetro porque sus paneles solares
estaban cubiertos de polvo.
Además, gracias a su gran tamaño, el robot será capaz de
superar obstáculos de hasta 65 centímetros de alto (a fin de evitar que
quede atrapado como le sucedió a su predecesor Spirit) y de avanzar unos 160 metros al día.
Fuente: La
Nación
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