El arco de Venus |
Científicos, artistas, románticos y nostálgicos se preparan
para levantar la vista y observar desde hoy un verdadero show en el cielo: el
lento tránsito de Venus sobre el disco radiante del Sol, un espectáculo que no
se repetirá hasta dentro de un siglo.
Es un acontecimiento tan especial que la NASA se prepara con toda su
artillería tecnológica para observarlo y documentarlo. De hecho, tiene
programada una misión en la que participará el telescopio espacial Hubble, que
al no poder apuntar hacia el Sol en forma directa, usará un cráter de la Luna como pantalla
reflectiva, es decir, la usará como si fuera un espejo.
Ese trabajo le permitirá, además, afinar técnicas de búsqueda
de otros mundos que están fuera del Sistema Solar, conocidos como exo-planetas.
Museos y escuelas de distintos países organizaron festivales de observación
para presenciar el paso del segundo planeta del Sistema Solar, que representa a
la diosa romana del amor y la belleza. Incluso los astronautas a bordo de la Estación Espacial
Internacional están preparados para observarlo.
El tránsito planetario se verá hoy por la tarde en el
hemisferio occidental y el miércoles por la mañana en el hemisferio oriental.
Venus aparecerá como una mota oscura desplazándose sobre el brillo del Sol. Al
igual que en un eclipse solar, los expertos advirtieron al público que no debe
mirar directamente sin gafas protectoras.
Los observadores en Estados Unidos, Canadá, México,
Centroamérica y el norte de Sudamérica podrán presenciar el comienzo del
tránsito antes de que se ponga el Sol. En Europa, el oeste y centro del Asia,
este del Africa y oeste de Australia se podrá ver el final del tránsito después
de la salida del Sol.
Desde Argentina no se podrá observar en su plenitud, aunque
los interesados pueden ver las transmisiones en vivo de la NASA. “Ver la silueta de
cualquier cuerpo celeste sobre el Sol es interesante, y ver a Venus es
extremadamente raro”, comentó el astrónomo Anthony Cook, del Observatorio
Griffith, en Los Angeles. Los que no quieren perderse un solo minuto del
tránsito ya están instalados en Hawaii, desde donde se observará el paso
completo.
Los tránsitos de Venus son infrecuentes. Se producen de a
pares, separados por más de un siglo. El más reciente ocurrió en 2004, y el
próximo par será en 2117 y 2125. Desde que el astrónomo alemán Johannes Kepler
los pronosticó en el siglo XVII, sólo se han observado seis. El de hoy es el
séptimo. Se dice que solamente dos personas presenciaron el fenómeno de 1639.
El de 2004, en cambio, fue seguido por millones, en persona y online.
Las primeras observaciones de Venus eran útiles para los
científicos que aprovechaban la alineación para medir el tamaño del Sistema Solar.
La técnica se sigue utilizando hoy para buscar otros mundos fuera del Sistema
Solar.
Los expertos creen que la galaxia está llena de miles de
millones de planetas rocosos que podrían tener alguna forma de vida. La mayoría
aún no fueron descubiertos y se encontrarían tan lejos que serían imposibles de
alcanzar con la tecnología actual.
El catálogo más reciente de planetas exo-solares da un total
de 2.321 candidatos de planetas orbitando alrededor de 1.790 estrellas. De ese
total, los mejores candidatos se redujeron a 46 y en 10 de ellos se cree que
podría existir agua líquida en una superficie similar a la Tierra.
Fuente Clarín y ABC de España