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martes, 4 de diciembre de 2012

Los increíbles bebés gemelos nadadores

Estos gemelos de nueve meses de edad de Gloucestershire (Inglaterra) tienen un talento poco común para la natación.

William y Ellenita Trykush nadan 25 metros sin ayuda en la piscina local de su ciudad ante las miradas atónitas de sus padres Charley y Vic.

Sus profesores dicen que nunca vieron algo igual.

Mira el video:

martes, 4 de septiembre de 2012

Philippe Croizon, el minusválido que unió los cinco continentes a nado

La última hazaña de Philippe Croizon fue unir a nado
Rusia y Alaska.
El francés Philippe Croizon es discapacitado. Le amputaron los brazos y las piernas cuando tenía 26 años. Casi dos décadas después, con 44 años de edad y una voluntad sin falla, logró cumplir su sueño de nadar para unir los cinco continentes.

Philippe tiene muchos objetivos en la vida, y uno de ellos es que los demás olviden que es minusválido. Aunque esté sentado en una silla de ruedas o equipado con prótesis, muchas veces lo logra, no sólo en el ámbito deportivo sino también en su vida cotidiana.

Al acercarse a él, Croizon saluda tendiendo, no la mano, sino el brazo. Y sus grandes ojos azules se ríen cuando cuenta cómo intenta que los demás se sientan cómodos con él a pesar de la diferencia, y las bromas que hace para romper el hielo. "Primero soy Philippe Croizon. Y sólo después, soy minusválido", sintetiza.

Croizon no nació discapacitado. Cuando tenía 26 años, subió al techo de su casa para cambiar su antena de televisión y fue víctima de dos descargas eléctricas. Se acuerda muy bien de la fecha exacta: el 5 de marzo de 1994. Cuando lo trasladaron al hospital, estaba tan quemado que tuvieron que cortarle una parte de las piernas y de los brazos.

En el hospital, un poco más de dos meses después del accidente, estaba en su cama cuando vio por televisión como una francesa logró cruzar el canal de la Mancha a nado.

Sueño difícil, pero no imposible

Arnaud Chassery acompañó a Croizon en su más
reciente aventura deportiva.
"Me quedé pensando en el nivel de superación personal que esto suponía y pensé, ¿por qué no lo hago yo? Se lo comenté a mi familia, pero al principio nadie me quería creer", cuenta.

Hacer las cosas no es tan fácil como soñarlas. Catorce años pasaron antes de que Croizon empezara los entrenamientos. "Fue una fase de mi vida en la que me quedaba mucho tiempo viendo televisión desde mi sofá, aunque salía para dar charlas en las empresas y en las escuelas. Hasta que algún día pensé que tenía que salir de este sofá para hacer algo yo", relata.

Después de dos años de preparación física diaria y después de nadar 4.000 kilómetros con su entrenador, lo intentó y lo logró en 13 horas y 23 minutos.

"En el agua no hay discapacidad, me siento tan libre como el aire y es como volver a tener mi cuerpo", comenta.

Sólo se trataba la primera etapa de su superación. Después de lograrlo, Croizon se propuso otro reto: unir los cinco continentes a nado. Y también fue un éxito.

El desafío no es sólo suyo, ya que necesita todo el apoyo de su familia, y sobre todo de su compañera Suzanna. "Sin historia de amor no se puede cruzar el canal de la Mancha", aclara. Ella es quien lo acompaña a la piscina, lo busca, le pone las prótesis para nadar (unos equipos que los ingenieros tardaron año y medio en terminar), etc.

A Suzanna la conoció por Internet, después de separarse de su ex mujer. "Necesité 3 años para reponerme después de la separación. Tras el accidente, me había puesto lo que llamo la máscara del payaso, o sea que me hacía el que siempre estaba bien y entretenía a los demás. Pero cuando se fue mi esposa, entré en una fase de ira que duró un año entero y que fue necesaria para seguir adelante", explica.

Este padre de dos chicos empezó a hablar con mujeres por Internet. "Pero cuando decía que era minusválido, ya no sabía más de ellas", recuerda. Añadió su discapacidad en su perfil y terminó conociendo a Suzanna. Con ella empezó a proponerse desafíos.

De aquí al Titicaca

"Siempre comparo la discapacidad con el deporte de alto nivel. El minusválido también lucha por un resultado y por superarse, por ejemplo cuando logra ponerse los calcetines solo", comenta.

"El accidente sí ha cambiado todo pero me gusta mi vida, porque logré hacer algo. Soy autónomo y es mi meta", añade el hombre que antes del accidente no hacía deporte.

Después de lograr tantas cosas, es difícil parar. ¿El próximo desafío? Duda en contestar, más que todo porque aún no lo ha hablado con su familia. Al final, decide contestar: sería cruzar a nado el lago Titicaca, que se considera como el lago navegable más alto del mundo (está ubicado a casi 4.000 metros de altura), que comparten Bolivia y Perú.

"No lo haré antes de dos años, también porque mi esposa está muy cansada", arguye. Por el momento, sólo se trata de un sueño más. Pero ya lo sabemos, con Philippe Croizon todos los sueños parecen hacerse realidad.

Fuente: BBC

domingo, 29 de julio de 2012

Londres 2012: Las mejores imágenes de los Juegos

Brasil fue el gran protagonista en un día que comenzó con la medalla de plata que conquistó el colombiano Rigoberto Urán en ciclismo de ruta, la primera presea latinoamericana en Londres 2012. El kazajo Alexandre Vinokourov se quedó con el oro y el noruego Alexander Kristoff fur bronce.

El checo Thomas Berdych jugaba su partido de primera ronda, pero algunas no parecían estar muy interesadas.

México se quedó a las puertas del bronce en el evento por equipos de tiro con arco. Juan René Serrano, Luis Álvarez y Luis Eduardo Vélez no pudieron con Corea del Sur, una potencia, que se impuso 224 a 219.

La china Yi Siling se convirtió en la primera medallista de oro de Londres 2012 al ganar la competencia de tiro con rifle de aire a 10 metros.

La argentina Paula "La Peque" Pareto estuvo cerca del bronce en judo (hasta 48kg) pero no le alcanzó para repetir la medalla que obtuvo en Pekín 2008.

Nur Suryani Mohamad Taibi, la atleta malaya embarazada de ocho meses, quedó en la posición 34° en la competencia de tiro con rifle de aire a 10 m.

La yudoca brasileña Sarah Menezes logró la primera medalla de oro para la región en los Juegos Olímpicos al ganar la categoría de hasta 48 kilos.

El brasileño Thiago Pereira ganó la medalla de plata en la final de los 400 metros combinados.

Felipe Kitadai aportó la tercera presea del día para Brasil al ganar la medalla de bronce en judo, en la categoría de hasta 60 kilos. Venció al italiano Elio Verde en el combate por la presea.

A los 38 años y 315 días, el kazajo Vinokourov se convirtió en el campeón olímpico más veterano de todos los tiempos en la prueba de ciclismo de ruta.

China empezó a conquistar las aguas de Londres: Ye Shiwen, de sólo 16 años, se impuso en los 400 metros combinados con récord mundial. Y con récord olímpico, Sung Yang ganó los 400 metros libres.

Ryan Lochte le ganó el duelo al multimedallista Michael Phelps y se llevó el oro en los 400 metros combinados.

Phelps se clasificó con lo justo a la final de los 400 metros combinados y terminó, sorpresivamente, cuarto en la final.

Las entradas, motivo de polémica una vez más en Londres 2012. Los organizadores anunciaron que están investigando por qué hubo varios asientos vacíos en algunas sedes. En el Centro Acuático, cientos de lugares –de los de mejor ubicación– no fueron ocupados, una situación que se repitió en Wimbledon, aquí en la imagen.

Fuente: BBC 

lunes, 16 de julio de 2012

Juegos Olímpicos: El fin de los récords



En 1896, cuando el barón Pierre de Coubertin inició en Atenas la era moderna de los Juegos Olímpicos, los convocó bajo un lema inspirado en los míticos espectáculos que durante más de un milenio los griegos dedicaron a Zeus: Citius. Altius. Fortius (Más rápido. Más alto. Más fuerte).

Sin embargo, en cada nueva edición de este encuentro que congrega a atletas de elite llegados de los cuatro puntos cardinales, todos nos preguntamos si esos cuerpos que parecen moldeados en titanio y engarzados en engranajes de exquisita precisión seguirán haciendo honor al espíritu de constante superación que expresan estas palabras.

¿Hasta cuándo pueden seguir mejorando las marcas y las proezas pueden ser cada vez más deslumbrantes? ¿Nos estamos acercando al límite de las capacidades humanas?

La multiplicidad de factores que inciden en el rendimiento atlético hace difícil arriesgar una respuesta definitiva. "En las últimas décadas, los récords mejoraron, en algunos casos, significativamente -dice el doctor Norberto Debbag, cardiólogo y deportólogo del Club Atlanta-, pero esto dependió no sólo de elementos intrínsecos, sino también extrínsecos. Los primeros [propios del deportista], que siempre estuvieron y seguirán estando presentes cuando se busque bajar un récord, están determinados por la condición genética, la estatura, el tipo de fibras musculares predominantes... Los segundos dependen de la planificación sistemática del entrenamiento, de la mejora de las instalaciones, de las condiciones climáticas, de la tecnología, de la aplicación de investigaciones que descubren cuál es la mejor técnica..."

El libro Guinness de los Récords ilustra esta conjunción estelar cuando relata cómo obtuvo su marca más famosa el maratonista etíope Haile Gebrselassie. "[Haile] ya había establecido un tiempo récord de 2 horas, 4 minutos y 26 segundos en la maratón de Berlín de 2007, y volvió a participar con la esperanza de mejorar este increíble tiempo" -cuenta-. Leyenda viva en su Etiopía natal (...), en 2008, estaba totalmente preparado para lo que iba a ser la maratón más rápida de la historia. Ese año, con anterioridad, había afirmado: «Seguro, es posible hacerlo en menos de 2 horas, 4 minutos, pero todo tiene que ser perfecto». En el evento, Gebrselassie cruzó la línea de meta en el asombroso tiempo de 2 horas, 3 minutos y 59 segundos. "Realmente, había corrido la carrera perfecta."

SEGÚN PASAN LOS AÑOS

Pero si bien está claro que las marcas mejoran, también es cierto que en las últimas décadas parecen cada vez más difíciles de superar.


"Tomemos como ejemplo la natación -propone Osvaldo Arsenio, docente, director nacional de Deportes y presidente de la comisión técnica de la Federación Internacional de Natación-. En los primeros juegos de Atenas, los 100 metros libres se ganaron en 1m, 22s. En Londres, el que gane va a bajar los 47 segundos, un avance impresionante. Para hacerse una idea del avance, hoy, cualquier chico normal de nueve años de la Argentina o de cualquier país del mundo que se entrene todos los días ¡puede nadar los cien metros libres en 1m 22s! Hace unas tres décadas, tuve un chico de 12 años que hizo los cien metros en 59 segundos... Imagínese lo que se ha progresado."

Uno de los principales determinantes de la superación es el entrenamiento, un proceso que se estudia hasta en sus más mínimos detalles. "Aunque seguramente Weissmüller iba más rápido, en cantidad de piletas, la práctica del célebre Tarzán era similar a lo que hoy le indican los cardiólogos a un septuagenario que tuvo un infarto -afirma Arsenio-. Y en ese tiempo, la gente decía que el entrenador poco menos que lo iba a matar..." Y enseguida agrega: "Pero aunque los récords son más difíciles de batir, cada vez nos acercamos más al límite".

"Las marcas mejoraron considerablemente durante el siglo XX -coincide el doctor Héctor Kunik, presidente de la Asociación Metropolitana de Medicina del Deporte-. Esto es consecuencia de los avances tecnológicos, la detección de talentos, los cambios en la nutrición de los atletas y las técnicas de entrenamiento. Sin embargo, la frecuencia de nuevos récords mundiales obtenidos legalmente, sin la utilización de elementos prohibidos, disminuyó considerablemente."

En lo que hace al corazón, una pieza indispensable en el esfuerzo deportivo, el doctor Juan Carlos Parodi, cardiólogo y jefe de Cirugía Vascular de los sanatorios de la Trinidad, se permite disentir. "Con ejercitación, se puede aumentar cada vez más el rendimiento cardíaco -dice-. En un corazón entrenado, baja la frecuencia y aumenta la potencia de bombeo. Hay gente que es prácticamente inagotable."

EL "SEGUNDO ALIENTO"

Según explica el especialista, contrariamente a lo que podría creerse, cuando se realizan esfuerzos extremos, el último en sentir el agotamiento es el músculo. "Lo primero que se fatiga es la neurona, después el axón [prolongación que conduce el impulso nervioso] y, por último, el músculo -subraya-. Por eso los deportistas hablan del «segundo aliento»; si persisten, se recuperan, y pueden seguir adelante."


A pesar de que el entrenamiento tiene un papel protagónico en los logros atléticos, Kunik advierte que la relación no es lineal. "Es frecuente suponer que a más entrenamiento, mayor será la respuesta física al ejercicio -dice-. Sin embargo, esto es relativo, ya que después de un determinado umbral individual, no se observa incremento de la capacidad funcional del atleta, e inclusive ésta puede decrecer. «Mas» no necesariamente es «mejor»."

Como destacan los expertos, los avances también vienen de la tecnología, la ropa, el calzado. "La garrocha, por ejemplo -recuerda Arsenio-, que al comienzo era de madera, ahora es de fibra de vidrio. Y hasta hay una especial para cada distancia que se quiere alcanzar." Según consigna la revista científica Physics World, el diseño de la jabalina debió ser modificado a mediados de los años ochenta (desplazando unos cuatro centímetros hacia la punta el centro de gravedad) porque algunos atletas podían lanzarla a más de 90 metros, lo que ponía en riesgo a los espectadores. La introducción de los trajes de baño de poliuretano, que finalmente fueron prohibidos, también resultó en un descenso abrupto de las marcas.

CAPACIDADES Y LÍMITES

"Si entendemos el rendimiento deportivo como la interacción de multitud de factores de muy diversa índole que influyen en los resultados deportivos, podríamos plantear la hipótesis de que si conseguimos que todos estos factores se desarrollen por completo en todos y cada uno de los deportistas que compiten, habríamos alcanzado el límite del rendimiento deportivo y serían imposibles nuevos récords. Diversos autores han trabajado en esta línea y han profetizado los tiempos que tardarían en batirse los diversos récords con éxito dispar", especula un editorial de la Revista Andaluza de Medicina del Deporte.

Un trabajo publicado en PLoS One en febrero de 2008, y firmado por Geoffroy Berthelot y colegas, concluye que en 1896 los atletas empleaban el 75% de su capacidad potencial, pero que en la actualidad ya están utilizando el 99 por ciento.

Según estos investigadores, las fronteras fisiológicas se alcanzarán en una generación. "Esto tendrá un impacto en las futuras condiciones del entrenamiento atlético y en la organización de las competencias. También podría alterar el lema y el espíritu olímpicos", sentencian.

Fuente: La Nación

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