Originario de las pampas argentinas, el llamado Gato de Geoffroy, tiene un renovado rol en la protección de las valiosas plantaciones de álamo y sauce en el Delta del Paraná argentino, según han descubierto investigadores locales, ahora abocados a su defensa.
El felino tiene un rol pesticida natural: protege a los árboles productores de madera de las plagas y pestes que los afligen. Está ya protegido legalmente desde que en los 80 su población fue casi diezmada, con un promedio de 500,000 pieles exportadas para satisfacer la demanda de la industria peletera.
En la actualidad, si bien los productores de madera son conscientes del valor que estos animales aportan a sus plantaciones, se están haciendo nuevos esfuerzos por preservar el hábitat de los felinos.
Esto se está logrando de la mano de un proyecto de conservación de la biodiversidad en plantaciones forestales, cuyo objetivo principal es que la explotación comercial de madera se haga de forma sustentable y respetuosa con la fauna local.
Otros animales autóctonos como el ciervo del pantano o carpincho también se están beneficiando de esta iniciativa, que pretende replicarse en todo el país.
Fuente: El País
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