Foto: Juan Manuel Foglia (Clarín) |
Sé que los jugadores dejaron todo en la cancha, sé que no se les puede reprochar nada, sé que hubo un penal que no nos cobraron, sé que había muchos que no daban dos pesos por este equipo, sé que a Brasil llegamos con los 4 fantásticos y encontramos un equipo.
Pero también sé que teníamos a Messi y me quedé con ganas de más. Esperaba su gol en la final, su magia, su gambeta salvadora, pero me quedé vacío. Sé que es un genio de la pelota y uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. Nadie lo discute.
Pero hoy me faltó Messi, él era la diferencia, él era la llave para traernos la Copa. Pero no estuvo. Que haya ganado el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial no cambia nada. Seguramente, será el premio más amargo de su carrera y apuesto hasta lo que no tengo, que él lo cambiaría por haber ganado la Copa.
Dios quiera que tenga su revancha en el próximo Mundial, todavía está a tiempo. A su rica historia no le puede faltar la Copa del Mundo…
Yo sigo con bronca y mi depresión va en aumento. Creo que esta noche me voy a despertar más de una vez gritando el gol que le anularon a Higuaín o insultando al árbitro por el penal que no nos cobró… Ahora, sólo quiero irme a dormir y despertarme en cuatro años… en Rusia 2018.
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