La otra cara del viejo mundo. Sus imponentes paisajes y lo
mejor de su fauna autóctona. Para descubrir, disfrutar y admirar.
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Oulu, Finlandia. Sobrado de carisma, pero falto de
hábitat, el cárabo lapón fue perseguido por ser ave de mal agüero. Gracias a la
protección de que goza actualmente y a la abundancia de topillos, ratones y
otros pequeños mamíferos, está recuperando el territorio perdido. Fotografía de
Sven Zacek |
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Mont Blanc, Francia. La silueta de un íbice (abajo,
a la izquierda) queda empequeñecida por las cumbres del Mont Blanc y un lago
glaciar. En el siglo XIX la especie contaba con menos de 100 ejemplares, pero
gracias a una enérgica política de reintroducción hoy suma 40.000
individuos. Fotografía de Frank Krahmer |
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Kuhmo, Finlandia. Erguido sobre las patas traseras,
un oso pardo juega a pelearse con su madre en los remotos bosques de la frontera
de Finlandia con Rusia. En toda Europa, los grandes osos y otras especies
autóctonas se están recuperando. Fotografía de Staffan Widstrand |
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Azores, Portugal. Seguida por una estela de peces piloto,
una tortuga boba surca el Atlántico cerca de las Azores, donde todas las
tortugas marinas están protegidas por la Unión Europea. Los
ejemplares jóvenes suelen permanecer a menos de 4,50 metros de la superficie,
donde el agua es más cálida. Fotografía de Magnus Lundgren
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Islas Saltee, Irlanda. El alcatraz atlántico pasa
la mayor parte de su vida en el mar, zambulléndose en el agua para atrapar a
sus presas. Pero en verano, durante la temporada de cría, estas aves
migratorias hacen una pausa para establecer colonias en las rocas. Fotografía
de Pal Hermansen |
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Islas Madeira, Portugal. La foca monje, antes común
en el Mediterráneo, es en la actualidad la especie de foca más amenazada del
mundo. En las aguas protegidas del archipiélago de Madeira, su población ha
pasado de seis ejemplares a finales de la década de 1980 a los 35 que tiene
ahora. Fotografía de Nuno Sá |
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Gibraltar, Reino Unido. Traídos del norte de
África, los macacos de Berbería, también conocidos como monas de Gibraltar,
colonizaron el peñón de Gibraltar hace cientos o quizá miles de años. Aparte de
los humanos, estos macacos son los únicos primates europeos. Fotografía de Pete
Oxford |
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Oostvaardersplassen, Países Bajos. Rebaños de
ciervos comunes, abundantes en la
Europa primigenia, se mueven con total libertad en
Oostvaardersplassen, una reserva de 5.650 hectáreas
donde ecólogos holandeses cuidan un paisaje mixto de bosques y praderas que
soportan un pastoreo excesivo. Fotografía de Mark Hamblin |
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República de los Calmucos, Rusia. Dos pollos de
águila esteparia estiran las alas en el nido que comparten en la reserva de
Cherniye Zemliye. Con un área de distribución que se extiende desde el sur de
Rusia hasta Mongolia, estas rapaces oportunistas se alimentan de carroña,
pequeños mamíferos y otras aves. Fotografía de Igor Shpilenok |
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Estratos rocosos aparecen entre la niebla cerca de Barrika,
en el golfo de Bizkaia, España. Fotografía de Verena Popp-Hackner
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Kemeri, Letonia. Surgidos tras la retirada del mar
Báltico hace miles de años, las turberas, los pantanos y los bosques del Parque
Nacional Kemeri forman parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, que
protege 27.000 espacios naturales. Fotografía de Diego López |
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Inverness, Reino Unido. Con un territorio en retroceso y una
población menguante, la ardilla roja europea apenas puede competir con la
ardilla Sciurus carolinensis, una especie invasora procedente de América del
Norte que acapara los alimentos y transmite un virus letal para su prima
europea. Fotografía de Peter Caims
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Donna Nook, Reino Unido. Entre nubes de arena, dos
machos de foca gris luchan por las hembras en Donna Nook, en la costa oriental
de Inglaterra, donde un campo de tiro de la Real Fuerza Aérea
británica hace también las veces de reserva natural, con una población
reproductora de 2.000 focas. Fotografía de Laurent Geslin |
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Gran Paradiso, Italia. Pariente de cabras y antílopes, un
rebeco norteño atraviesa una extensión nevada en los Alpes italianos. A medida
que los europeos abandonan el campo por la ciudad, y la agricultura y ganadería
por otras actividades, la fauna y la flora recuperan sus antiguos territorios.
Fotografía de Erlendn Haarberg
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Białowieża, Polonia. En 1952 los conservacionistas
reintrodujeron en el este de Europa, concretamente en el Bosque de Bialowie˙za
de Polonia, al emblemático bisonte europeo, recuperando así a un animal que en
otro tiempo había habitado las zonas boscosas del continente. Fotografía de
Stefano Unterthiner |
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Una joven cigüeña negra intenta con torpeza posarse en
tierra en la Reserva
de la Biosfera
de Elbtalaue, en el norte de Alemania. Fotografía de Dieter Damachen
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Una pareja de íbices del Parque Nacional Gran Paradiso,
Italia. Fotografía de Grzegorz Lesniewski
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Un gato silvestre, amenazado por la caza y la
pérdida de hábitat, descansa tras intentar capturar una presa en Moldavia.
Fotografía de Laurent Geslin |
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Al amanecer, la radiante silueta del monte Cervino se eleva
junto al lago Riffel, cerca de Zermatt, Suiza. Fotografía de Verena
Popp-Hackner
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En una colina de Aragón, un buitre leonado y un
cuervo se disputan el alimento. Fotografía de Magnus Elander |
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La lava del volcán Etna fluye por el valle del
Bove, en la isla de Sicilia. Fotografía de Olivier Grunewald |
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Cazado en algunas zonas de Escandinavia, el zorro ártico se
recupera de su casi total extinción. En la imagen, un ejemplar de Islandia.
Fotografía de Orsolys Heearberg
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Una miríada de estrellas iluminan el cielo en el
Parque Nacional de Riisitunturi, en el norte de Finlandia. Fotografía de Sven
Zacek |
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Los flamencos cruzan el cielo del Parque Natural Regional de
la Camarga,
en la Provenza
francesa, uno de los principales santuarios europeos de aves. Fotografía de
Theo Allofs
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Las nieves de Finlandia convierten las coníferas en
fantasmagóricas figuras congeladas. Fotografía de Sven Zacek |
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Más salvaje que domesticado, el caballo de la Camarga podría estar emparentado
con los que formaron manadas y cruzaron Europa durante el pleistoceno.
Fotografía de Theo Allofs
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