Corales de la isla de Halfway, Australia. / R. BERKELMANS (AFP) |
La investigación, realizada por expertos del Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS, siglas en inglés), señala que la
destrucción del arrecife es causada en un 48% por las fuertes tormentas y en un
42% por la presencia de coronas de espinas (Acanthaster planci), una especie
invasiva de estrella de mar, predadora de coral.
Otro de los factores determinantes de la destrucción es el
blanqueo de los corales, que es la decoloración de estos organismos a
consecuencia del estrés generado por los cambios ambientales. La investigación
señala que si se erradicaran las coronas de espinas, la tasa anual de
recuperación de los corales podría aumentar en un 0,89%.
Fuente: PNAS. / HEBER LONGÁS / EL PAÍS |
"No podemos parar las tormentas, pero quizá podamos
detener a las coronas de espinas. Si lo conseguimos, le daremos una mayor
oportunidad a la Gran
Barrera para que se adapte a retos como el aumento de la
temperatura de los mares y la acidificación de los océanos", explicó el
director ejecutivo del AIMS en un comunicado.
El estudio indica que la Gran Barrera de Coral
necesita entre 10 y 20 años para recuperarse, pero también advierte de que si
se mantiene la tendencia, podrá perder nuevamente la mitad de su biodiversidad
para 2022.
La salud del arrecife, que alberga 400 tipos de coral, 1.500
especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la
década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el
aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la
atmósfera.
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