El promontorio rocoso denominado "Hottah" es lo que los geólogos llaman un conglomerado sedimentario. (NASA) |
El robot ha enviado fotos de conglomerados clásicos, rocas formadas por gravas y arena.
Los científicos del equipo de la misión dicen que el tamaño
y la forma redondeada de las piedras indican que habían sido transportadas y
erosionado por el agua.
Los investigadores piensan que el explorador ha encontrado
una red de antiguos arroyos.
Las rocas, que fueron descritas en una rueda de prensa en el
Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA , en California, fueron probablemente
moldeadas "hace varios miles de millones de años atrás".
Sin embargo, los flujos reales pueden haber persistido en la
superficie por largos períodos de tiempo, dijo el coinvestigador científico del
Curiosity, Bill Dietrich, de la
Universidad de California en Berkeley.
"Anticipamos que fácilmente podrían ser miles de millones
de años", dijo a los periodistas.
Como en el centro de Los Ángeles
El explorador Curiosity tiene financiamiento para un año marciano (dos años terrestres) de estudio. |
Desde hace tiempo, los satélites han capturado en Marte
imágenes de canales en la superficie del planeta que fueron producidas por
algún tipo de flujo, se supone que de agua en estado líquido. El descubrimiento
del Curiosity en su sitio de aterrizaje en el ecuatorial cráter Gale provee la
primera prueba real de esas observaciones.
Por suerte, el vehículo acaba de rodar junto a un
espectacular ejemplo del conglomerado. Una gran losa, de 10 a 15 centímetros de
espesor, se levantó del piso en un determinado ángulo.
"Lo hemos llamado Hottah", dijo el científico del
proyecto John Grotzinger. El nombre alude a un lago en los territorios del
noroeste de Canadá. El equipo está usando los nombres de esta región para
catalogar los objetos en Gale.
"A nosotros nos pareció como si alguien vino a la
superficie de Marte con un taladro y levantó una de las aceras que se pueden
ver en el centro de Los Ángeles, en un sitio de construcción", bromeó.
Los científicos están estudiando las imágenes de los
guijarros en la roca. Sus tamaños y formas les darán pistas sobre la velocidad
y la distancia del antiguo flujo de agua.
El sitio del descubrimiento se encuentra entre el borde
norte del cráter y la enorme montaña que se eleva en su planicie central.
Imágenes orbitales previas sugirieron que podría haber sido
una fuente de agua en el lugar. Los conglomerados hallados por el Curiosity
apoyan esta hipótesis.
La interpretación actual es que el robot explorador se
encuentra a la cabeza de un abanico aluvial de material que se regó a través de
la pared del cráter y por la planicie, abriendo muchas corrientes individuales.
Los investigadores creen que pueden identificar el valle en
particular, en el borde por donde el agua entró al cráter. Lo han llamado Peace
Vallis.
Estudiar la química del lugar
También hay un afán por estudiar la química de los
conglomerados, ya que dará alguna información sobre la naturaleza del agua -su
pH, por ejemplo- y eso a su vez proporcionará algunas pistas respecto a cómo
habría lucido el ambiente en el momento.
Por ahora el robot se dirige hacia un lugar llamado Glenelg.
Los científicos piensan que esto les dará el mejor acceso a las rocas de
interés.
La misión de la agencia espacial estadounidense, de US$2.600
millones, se posó en la superficie del planeta rojo el 6 de agosto.
Desde entonces, gran parte del tiempo se ha usado poniendo
en marcha el complejo vehículo, una máquina de seis ruedas y su conjunto de 10
instrumentos.
El Curiosity está financiado para un año marciano (dos años
terrestres) de estudio. En ese tiempo tratará de determinar si los ambientes
del pasado en el cráter Gale pudieron alguna vez haber albergado vida
microbiana.
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