Los turistas fotografían a un emblema de las islas: La tortuga Galápago, que puede vivir hasta 170 años y llega a pesar 220 kilos. Foto: Gary Calton. |
El diario británico The Guardian publicó en su edición de
este domingo 10 un reportaje que expone las problemáticas del intenso tránsito de turistas en las islas Galápagos.
El paraíso que describió Charles Darwin está cada vez más
extinto, es la idea general que la periodista Carole Cadwalladr transmite en el
texto.
Entre las decenas de ejemplos, se menciona el alto índice de
mortalidad en los emblemáticos pinzones de manglar. Gustavo Jiménez, científico
de la Fundación
Charles Darwin, estima que cada año las camionetas golpean o
atropellan a al menos 10.000 ejemplares.
Santa Cruz es la isla más habitada del archipiélago, y por
ende, la más contaminada. En Puerto Ayora, su ciudad principal, el agua brilla
intensamente, pero no por el sol, sino por las manchas de aceite que dejan las
cientos de embarcaciones dedicadas al turismo. “Y más allá es una ciudad
grande, es un enredo de los suburbios y hoteles a medio terminar. El agua
subterránea está contaminada y no hay alcantarillado adecuado. Docenas y
docenas de camionetas Toyota esperan para transportar a los turistas alrededor”,
describe el informe.
Economía en crecimiento
Galápagos, además de ser uno de los ambientes más frágiles
de la Tierra ,
también es una de las economías de más rápido crecimiento en América del Sur.
El ingreso per cápita es mayor que en cualquier otro lugar del Ecuador. Casi
40.000 personas han hecho su hogar en las islas, atraídos por el turismo, y con
ellos han llegado cientos de especies introducidas: las plantas invasoras.
Enrique Herrera, un entomólogo de la Fundación Charles
Darwin, saca decenas de hormigas de sus cajones - son su especialidad - y dice
que todo el tiempo están llegando nuevos tipos. Llegan en los aviones, los
barcos, en las bolsas de los turistas, en los envíos de carga. “He tomado dos
barcos como muestra, colocando trampas, y he encontrado 600 especies diferentes
de insectos”, revela.
Pero las perspectivas a futuro son aún más desalentadoras
que la realidad actual. “Es insostenible”, dijo Felipe Cruz, director de
asistencia técnica a la
Fundación Charles Darwin, refiriéndose al impacto que el
turismo deja sobre las también llamadas, Islas Encantadas. “Hay siempre más,
más, más. Más vuelos, más hoteles, más coches. No hay control. Hablamos sobre
el ecoturismo, pero en realidad ya está mostrando signos de ser el turismo de
masas”, añade.
En todas partes hay signos de estrés. En la isla Isabela,
Maximiliano Martín nos lleva en un recorrido por el basurero. “Una organización
internacional gastó ceca de 485.000 euros en un sistema de tratamiento de
basura, pero la gente del lugar no sabía cómo usarlo. La basura se ha
transformado en un problema social”, dice Martín, quien trabaja para el
Organización internacional WWF, que impulsa un sistema de reciclaje en Isabela.
Las Galápagos fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1978. Pero en
2007 entraron en la lista de sitios protegidos en riesgo justamente por la
invasión del turismo, la sobrepesca, la migración y la invasión de especies
foráneas. Sin embargo, sólo tres años después la Unesco las retiró de la
lista por considerar que ya no estaban en peligro, una decisión que trajo
muchas polémicas.