Investigadores, del Laboratorio Nacional Lawrence de Berkeley, en E.U.A., han publicado un reporte en el diario Nature examinando 10 años de información registrada entre el 2000 y 2010 en dos locaciones, una en la Ladera Norte de Alaska y otra en Oklahoma. La herramientas en ambas instalaciones buscaron tanto concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, como el efecto de forzamiento radiativo, que sucede cuando más radiación del Sol es absorbida que reflejada al espacio.
Varios estudios han mostrado el aumento de concentraciones atmosféricas de CO2, pero el estudio prueba una relación crítica entre esas concentraciones y la suma de energía al sistema, o el efecto invernadero. (¿Estamos destruyendo a nuestro planeta?)
Ambas locaciones están equipadas con espectrómetros (instrumentos capaces de identificar componentes individuales de la atmósfera). Con los espectrómetros y otros utensilios, los científicos lograron mirar directamente al CO2 en la atmósfera y ver cuanta radiación infrarroja era emitida por el dióxido de carbono.
Otros instrumentos similares observaron el vapor de agua, el cual es otro gas de efecto invernadero. Tomando medidas de distintos componentes individuales de la atmósfera, los investigadores pudieron aislar los efectos del dióxido de carbono sobre la radiación solar. (Menos pan a causa de cambio climático)
El aumento de energía en la atmosfera es de aproximadamente 0.2 watts por metro cuadrado por década. Este resultado podría parecer insignificante, debido a que el área de la superficie terrestre mide más de 500 millones de kilómetros cuadrados.
Los investigadores también notaron cambios continuos en los datos: en la primavera, cuando las plantas comienzan a crecer y florecer, las cantidades de forzamiento radiactivo y dióxido de carbono se reducen.
Mira a continuación una animación que los investigadores realizaron a partir de la información recaudada:
Fuente: Muy Interesante México
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