Los
planes de explotación petrolera en el ártico ruso pueden suponer un riesgo para
los mamíferos marinos. Una expedición busca averiguar cómo prepararse y
protegerlos.
Daniel
Sandford, corresponsal de la BBC en Moscú, se unió a la misión científica
organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en
inglés), para investigar cuáles son los peligros que la actividad humana
implica para esta región de prístinos hábitats y qué se puede hacer para
proteger su vida silvestre.
¿Pero
cuáles son las amenazas? Rusia planea explotar a gran escala los depósitos de
gas y petróleo en el Océano Ártico, cerca de su costa norte.
Los científicos temen que la explotación petrolera en el ártico ruso afecte a morsas y osos polares. |
"Se
estima que el 20% de los depósitos petrolíferos globales sin descubrir se
encuentran en los mares árticos rusos", dice Alexev Piskarev, autor del
libro "El potencial energético de los mares árticos rusos".
Y las
exploraciones ya han comenzado, también en el mar de Láptev. Aquí el agua es
poco profunda, lo que hace que la perforación en busca de combustible sea más
fácil. Pero esta tarea podría aterrorizar a los sensibles osos y morsas, y
alterar su abastecimiento de alimento.
Además,
el cambio climático ha causado una reducción drástica de la capa de hielo
ártica en los últimos veranos, lo que significa que tanto osos como morsas
deben pasar más tiempo en tierra.
Pero
hay más. Menos hielo ártico también significa nuevas rutas de transporte
marítimo. Según reporta Sandford, Rusia está promocionando la ruta marítima del
Norte, que acorta el viaje desde China a Europa en dos semanas.
Y esto
también puede afectar el frágil ecosistema: más de 400 barcos harán este viaje
este año, en comparación con los cuatro que lo hicieron en 2010.
Es una
de las pocas zonas salvajes que quedan en el mundo, dice Sandford, pero la
industria moderna ya ha comenzado a invadirla.
¿Quién
vive en la península de Taimyr?
El buey almizclero fue reintroducido en Taimyr después de haberse extinguido. |
Este es
el pedazo de tierra ligado al continente más al norte del mundo, en un extremo
de Siberia.
Gran
parte de la península de Taimyr está formada por la tundra ártica, con el
permafrost o capa helada por debajo de la superficie.
Taimyr
sirve como criadero a gran número de ánades y aves zancudas, que viajan miles
de kilómetros al norte para alimentarse en su hermoso y aislado paisaje cada
verano.
El buey
almizclero se extinguió en este lugar, pero fue reintroducido a partir de
poblaciones de Alaska y Canadá en los años 70.
También
hay millones de renos salvajes, una gran población de zorros árticos y búhos
blancos o nivales.
Los renos salvajes forman parte de la fauna de esta zona. |
Las
morsas siempre han venido a las costas de Taimyr. Pero a medida que el hielo
marino se retrae hacia el norte, cada verano, aparentemente, más animales se
quedan en tierra.
De
acuerdo a las observaciones de los científicos en esta expedición, hay un
número importante de osos polares. Pero poco se sabe de ellos.
De
hecho, aquí se han hecho muy pocas
investigaciones científicas.
Dos
probables y enormes áreas de exploración en busca de gas y petróleo bordean la
península: el mar de Kara al oeste y el mar de Láptev al este.
Y a
medida que el tráfico marítimo aumenta en el ártico ruso, el mayor cuello de
botella de esta ruta se ubica en la punta norte de Taimyr, en el Cabo
Chelyuskin.
Gran
parte de las investigaciones de la Expedición Laptev 2013 se han realizado en
la Bahía Maria Pronchishcheva Bay, en la costa oriental.
Los
osos polares
Por el calentamiento global, los osos polares pasan más tiempo en tierra. |
Como
parte de la expedición, Geoff York, experto en osos polares del Fondo Mundial para la Naturaleza, recolectó muestras de pelo
y heces que serán sometidas a análisis de ADN.
Los
biólogos quieren saber si los osos del mar Laptev son únicos. Si es así,
podrían necesitar protección especial.
Se
estima que hay entre 20.000 y 25.000 osos polares en todo el mundo.
También
se calcula que la población aumentó después del Acuerdo para la Conservación de
los Osos Polares de 1973. Pero los científicos creen que está disminuyendo
nuevamente en algunas áreas a causa del cambio climático.
Es el
más grande de los osos. Pesa hasta 800 kg y cuando se para en sus patas traseras
puede medir más de cuatro metros de alto. Pueden correr a 50 km/h en distancias
cortas, y puede nadar hasta 600 km cuando no hay hielo.
Se
alimenta principalmente de focas oceladas o anilladas, pero caza muchos otros
mamíferos marinos, incluidas las morsas y las belugas. También come peces.
Está
más cómodo sobre el hielo marino, donde puede cazar focas más fácilmente. Pero
debido al retraimiento del hielo ártico los osos deben pasar más tiempo en
tierra durante los veranos.
A falta de focas, los osos pueden atacar a las morsas. |
La
perforación en busca de gas y petróleo cerca de la costa ártica de Alaska
parece no haber afectado demasiado a los osos. Pero nadie sabe los efectos que
puede tener el desarrollo a gran escala del Ártico.
Si las
fuentes de alimento, como las focas, se ven desplazadas a causa de las
plataformas petrolíferas o del aumento del tráfico marítimo, los osos podrían
verse en problemas para obtener comida.
Lo que
preocupa a los conservacionistas es la falta de preparación para proteger a los
osos polares cuando aumente la explotación petrolera en el Ártico.
"¿Cuál
es el plan? No hay un plan. Nadie tiene el equipo o el entrenamiento para
lidiar con esto", dice el experto de WWF.
Muchas
hembras vienen a la costa para hacer sus madrigueras en noviembre y diciembre
para criar a sus cachorros, y cada vez son más, probablemente por los cambios
en la capa del hielo del mar.
Generalmente, hacen sus refugios en lo profundo de grandes acumulaciones de nieve. Por el
calentamiento global, se ha visto el colapso de algunas madrigueras a causa de
lluvias primaverales antes de tiempo.
Los
osos polares rusos viven a lo largo de la costa ártica desde la ciudad de
Múrmansk en el oeste hasta Chukotka en este este, incluyendo las zonas donde es
muy probable la explotación de depósitos de petróleo y gas: el mar de Barents,
el sur del mar de Kara, el mar de Láptev y el mar de Chukchi.
Las
morsas del Láptev
Aunque existen reservas naturales, no hay un plan específico para proteger a las morsas. |
Hay dos
subespecies de morsas, las del Atlántico y las del Pacífico, aunque científicos
intentan confirmar si hay una tercera subespecie en el mar de Láptev.
La
existencia de este tercer grupo ha sido fuente de debate entre los expertos por
muchos años.
Uno de
los objetivos de la Expedición Láptev 2013, organizada por el Fondo Mundialpara la Naturaleza, es resolver esta cuestión con análisis de ADN.
Casi
todas las morsas viven dentro del Círculo Polar Ártico o en los mares cercanos.
Se alimentan de mejillones y almejas, que extraen del fondo del mar.
Pero no
bucean a más de 100 metros bajo la superficie para alimentarse. Cuanto más se
retrae el hielo del Ártico hacia el norte, más profundas son las agua (el
Océano Ártico tiene 4.500m de profundidad en el Polo Norte), y cada vez más
morsas se ven obligadas a quedarse en tierra en el verano.
En el
Cabo Sertskamen en Rusia, se estima que unos 115.000 animales llegan a la costa
en otoño, un número que representa casi la totalidad de morsas del Pacífico que
hay en el mundo.
A los
científicos les preocupa que tales concentraciones de morsas puedan arrasar las
poblaciones de almejas y mejillones en algunas áreas.
Los
conservacionistas temen que un derramamiento de petróleo cerca de una zona
repleta de morsas podría poner en peligro a toda una subespecie.
"Estas
áreas que han sido destinadas a la exploración en busca de gas y petróleo
alrededor de Chukotka en el ártico ruso son exactamente los lugares donde van
las hembras con sus jóvenes crías. Perforar allí puede tener consecuencias
desconocidas", explica Anatoly Kochnev, de la organización Chukottinro, la
filial del distrito de Chukotka del Centro de Investigación Pesquera del
Pacífico de Rusia.
"Cuando
empiece la explotación debemos hacer una observación constante para verificar
cuál es el impacto."
Un derramamiento de petróleo cerca de una zona repleta de morsas podría poner en peligro a toda una subespecie. |
Reservas
desprotegidas
Kochnev
también afirma que nadie sabe qué efectos puede tener para las morsas el
aumento del tráfico marítimo a través del Ártico. Tampoco se conoce con
exactitud las zonas donde buscan alimento.
Los
cachorros se quedan con sus madres hasta los tres años – un período
inusualmente largo para este tipo de mamíferos. Cuando había grandes zonas de
mar helado en el Ártico, la madre podía dejar a sus crías sobre el hielo, donde
estaban relativamente seguras.
Pero
ahora que tantas morsas deben acercarse a la costa, lejos de las áreas de
alimentación, los cachorros deben nadar largas distancias con sus madres
mientras ellas bucean en busca de comida.
Las
morsas pueden incluso dormir en el mar: llenan sus laringes con aire y estas
actúan como salvavidas alrededor de sus cuellos, manteniendo la cabeza a flote
mientras descansan.
Cuando
se aglomeran en tierra, pueden entrar en pánico rápidamente. Esto puede causar
estampidas fatales y aplastamientos en los desesperados esfuerzos por llegar al
mar.
Rusia
no tiene un plan específico para proteger a las morsas, sólo reservas naturales
creadas a lo largo de la costa. Pero los animales no se quedan en esas reservas.
"Es
muy importante protegerlas cuando están en la costa, pero esa es sólo una parte
de la protección que necesitan", dice Kochnev.
"Y
de todas formas", añade, "las reservas como la del mar de Láptev no
están adecuadamente vigiladas".
A partir
de esta expedición, los científicos esperan que la confirmación de la
existencia de subespecie del mar Láptev ayude a impulsar medidas para proteger
a estos animales marinos.
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