Cada vez hay más ciudades en el mundo que descubren las
ventajas de los sistemas de bicicletas compartidas: el mejor medio para
moverse de forma ecológica, combatir el tráfico, mantenerse en forma y hacer
turismo.
1- PARÍS
Dos ciclistas con bicis del sistema Vélib’, en
|
El sistema Vélib’ de la capital francesa proclama la libertad absoluta para moverse por la ciudad, famosa por acoger cada año el final de la mayor carrera ciclista por etapas, el Tour de Francia: su nombre es una contracción de vélo liberté (bicicleta de libertad). 20.600 unidades esperan a potenciales usuarios en 1.450 estaciones separadas por unos
Un pase de 24 horas cuesta 1,70 euros, con los 30 primeros
minutos gratis en cada desplazamiento.
2- HUANGZHOU (CHINA)
Un ciclista bajo la lluvia en la ciudad china de Huangzhou. / CORBIS |
Huangzhou, un oasis de belleza urbana en la provincia china
de Zhejiang, alberga el segundo sistema de bicicletas compartidas más grande
del mundo tras el de Wuhan, al este del país. Sus cifras hacen que el Vélib’
parisiense parezca insignificante: 60.000 bicicletas en 2.500 estaciones,
muchas de las cuales se han integrado en la red de transporte público. Cerca de
250.000 personas en esta metrópoli de 6,7 millones de habitantes utilizan la
bicicleta a diario, aprovechando que la primera hora de uso es gratis para los
residentes y visitantes.
Las tarjetas Special Z disponibles en los centros de City
Smart Card pueden usarse para acumular hasta 300 yenes (unos 35 euros) de
tiempo de uso.
3- COPENHAGUE
Dos chicas esperan su turno para circular en el centro de Copenhague. Al fondo, el edificio del ayuntamiento de la capital danesa. / SHAUN EGAN |
Con Ámsterdam como único rival, la capital danesa tiene un
largo historial de trasporte sostenible. Actualmente, el 37% de los
desplazamientos diarios en la ciudad para ir a trabajar se realizan en
bicicleta y su sistema de bicicletas compartidas, introducido en 1995, fue el
primer modelo urbano moderno. Este sistema es único, ya que su uso es gratis:
solo hay que introducir una moneda de 20 coronas danesas (reembolsable) en una
ranura para liberar la bicicleta. Las unidades, que están siendo renovadas, son
famosas por su resistencia. En el 2005, como campaña publicitaria, un
periodista danés recorrió 3.500 kilómetros desde Copenhague hasta
Estambul con una de ellas.
Depósito de acceso: 20 coronas danesas (2,70 euros) reembolsables;
el uso es gratis. Disponibles de marzo a noviembre. Más información en
www.bycyklen.dk.
4- LONDRES
Estación de Jubilee Gardens del sistema público de bicicletas compartidas Cycle Hire de Londres. / WANG LILI |
Las 6.000 bicicletas de Boris, bautizadas así en honor al
ávido ciclista y alcalde de la ciudad Boris Johnson, tomaron por primera vez
las calles de la capital inglesa en 2010 con un sistema basado en de la ciudad
canadiense de Montreal. En unas calles más acostumbradas a los autobuses rojos
de dos pisos y taxis negros, estas bicicletas de 23 kilos tuvieron un
sorprendente éxito: durante el primer año hubo una media de 25.000 usos diarios
y se rumorea que incluso los miembros de la familia real las han utilizado.
Un pase de 24 horas cuesta 2 libras (2,36 €), con un
suplemento extra gratuito de media hora. Más información en www.tfl.gov.uk
5- MONTREAL
Bicis públicas de alquiler en la ciudad de Montreal, en la región de Quebec (Canadá). / DAN MOORE |
Para los habitantes de Montreal las ráfagas de nieve de
octubre no son un problema. Sin embargo, ir en bicicleta por una ciudad donde
las temperaturas en enero pueden caer hasta los -20 grados exige una adaptación
a las estaciones. Así, el sistema Bixi de Montreal, el primero de Canadá,
descansa de noviembre a abril. Con bicicletas de aluminio resistentes a
pinchazos y 405 estaciones que funcionan con tecnología solar inteligente, el
lanzamiento de Bixi en el 2009 tuvo tanto éxito que la empresa ha instalado
sistemas en otras ciudades, como Londres, Washington y Toronto.
Un pase de 24 horas (trayectos ilimitados) cuesta cinco
dólares canadienses (3,7 euros), e incluye 30 minutos gratis en cada viaje.
6- TEL AVIV
Un grupo de ciclistas descansando en el paseo marítimo de Tel Aviv (Israel). / ELAN FLEISHER |
Las bicicletas compartidas llegaron a Oriente Medio en 2011
con la inauguración del sistema Tel-o-fun de Tel Aviv: 1.500 unidades verdes,
muchas de ellas equipadas con sillas para niño sobre la rueda trasera. En un
país famoso por su espíritu colectivo de kibutz, este sistema fue bien recibido
por unas comunidades urbanas que viven en apartamentos con poco espacio parar
guardar una bicicleta. Más de 70 kilómetros de carriles-bici, muchos por el
atractivo litoral de la ciudad, le añaden un toque elegante a la
infraestructura ciclista.
El pase de un día cuesta17 shequels (3.6 euros), con un
suplemento extra gratuito de media hora.
7- WASHINGTON
Un ciclista pasa antes una de las estaciones de Capital Bikeshare, sistema público de bicis compartidas de Washington (Estados Unidos). / DANIEL LIPPMAN |
Otro sistema inspirado en Bixi, y el segundo más importante
de Estados Unidos. Instalado en 2010 y conocido como CaBi (Capital Bikeshare),
está financiado con dinero público e imita la red implementada en Montreal un
año antes. Aunque pequeño en comparación con los estándares europeos o chinos,
la media de 4.000 usos al día es un comienzo esperanzador en un país que
durante mucho tiempo ha sentido pasión por los automóviles. Además, ya está
disponible una aplicación gratuita para smartphones llamada Spotcycle que
informa sobre la disponibilidad de bicicletas en la estación más cercana.
Pase de 24 horas (7 dólares; 5,15 euros) incluye 30 minutos gratuitos por trayecto.
8- MELBOURNE
Una parada de bicis de alquiler compartidas en Melbourne (Australia). / MICHAEL KAI |
En una ciudad amante de los deportes, el Melbourne Bike Share (inaugurado en 2010) tuvo un lento arranque debido a que fue el primer
sistema del mundo que obligaba a llevar casco; las primeras cifras (250
usuarios al día) sugerían cierta aversión a la norma. Sin embargo, las
autoridades han empezado a ofrecer cascos baratos en máquinas estratégicamente
situadas y el número de usuarios ha mejorado. Otra peculiaridad son los
circuitos en bicicletas compartidas, diseñados para orientar a los visitantes
en las complejidades de este sistema y así como en los puntos de interés
turístico de la ciudad.
El pase de un día cuesta 2,60 dólares australianos (2
euros), con un suplemento extra gratuito de media hora.
9- CIUDAD DE MÉXICO
Una bicicleta de la red pública Ecobici, en México D.F., ante una tienda de alimentación. / RACHEL LEWIS |
El sistema de bicicletas compartidas más necesario del
mundo, dada la contaminación que de México D.F., se puso en marcha en 2010
cuando las autoridades derogaron una ley que obligaba a llevar casco para
aumentar el número de abonados. Ecobici tuvo un éxito inmediato: consiguió
30.000 abonados en su primer año y amplió su cobertura más allá del D.F. hasta
el centro histórico. Consta de 1.000 bicicletas y cada una se usa una media de
ocho veces al día. Ecobici cuenta con un abono anual para residentes (como era
de esperar en una ciudad con 21 millones de habitantes hay una larga lista de
espera) y también con tarifas temporales por horas.
La suscripción anual cuesta 300 pesos (18 euros); la tarifa
de 24 horas es de 90 pesos (unos 6 euros).
10- SEVILLA
Una ciclista pasa por |
En los últimos años pocas ciudades se han vuelto tan
respetuosas con el medio ambiente como Sevilla, que desde el 2007 ha puesto en marcha un
sistema de metro, un tranvía y el pionero sistema bicicletas compartidas
Sevici. Pedalear por la llana y cálida capital cultural de Andalucía es una de
las experiencias al aire libre más placenteras de España, facilitada por unas
calles principales con poco tráfico, muchas de las cuales han sido
peatonalizadas para dar cabida a tranvías y bicicletas. Sevici ofrece además un
acceso mínimo de siete días para los visitantes, un buen incentivo para que el
viajero alargue su estancia.
El abono de 7 días cuesta 10 euros, con los primeros 30 minutos
de uso gratuitos.
Fuente: El País
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