Un marrajo sardinero 'Lamna nasus', (CITES) |
A la segunda fue la vencida. Tras el fallido intento en
2010, la propuesta para otorgar más protección frente al comercio internacional
a varias especies de tiburón y raya amenazadas ha logrado obtener más de dos
tercios de los votos necesarios para su aprobación. La votación ha tenido lugar
durante la 16 Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadasde Fauna y Flora Silvestre (CITES) que hasta el 14 de marzo se celebra en
Bangkok.
Las especies propuestas para la inclusión en el Apéndice II
son el tiburón oceánico ('Carcharhinus longimanus'), tres especies de tiburón
martillo ('Sphyrna lewini', 'Sphyrna mokarran', 'Sphyrna zygaena'), el marrajo
sardinero ('Lamna nasus') y dos especies de mantarayas ('Manta birostris' y
'Manta alfredi').
Pese a la alegría de las organizaciones conservacionistas
por los resultados de la votación, largamente esperada, habrá que esperar a que
esta decisión sea confirmada durante la sesión plenaria final que se celebrará
durante la última jornada de la cumbre.
En concreto, los países han respaldado la inclusión de estas
cinco especies en el Apéndice II del convenio CITES, en el que figuran especies
que no están necesariamente amenazadas de extinción, pero que podrían llegar a
estarlo a menos que se controle de forma estricta su comercio. En 2010, las
mismas especies fueron propuestas para la inclusión en ese capítulo, pero no se
aprobó.
Sopa de aleta
Se calcula que alrededor de 100 millones de tiburones mueren
cada año para preparar sopa de aleta, un manjar muy apreciado en países
asiáticos como China, Japón, Singapur y Tailandia, y por el que se pagan altas
cantidades de dinero. Asimismo, la carne de tiburón también se consume, sobre
todo en Europa, América Central y Sudamérica.
Aleta de tiburón en Tailandia. (Carmen Arufe/WWF) |
Por lo que respecta a las mantarayas, sus agallas son muy
apreciadas para la medicina tradicional china. Los grupos conservacionistas
sostienen que la protección de sus poblaciones no sólo ayuda al futuro de las
pesquerías sino que también impulsa el turismo sostenible de buceo en todo el
mundo, una actividad que genera importantes beneficios económicos a algunas
localidades.
Sonja Fordham, de Shark Advocates International, ha mostrado
su satisfacción por el resultado de las votaciones de este lunes: "Tenemos
la esperanza de que estas decisiones históricas se confirmen en el pleno que se
celebrará a finales de esta misma semana. Estas especies de tiburones
amenazadas y objeto de un importante comercio necesitan urgentemente protección
frente a un comercio no sostenible que está poniendo en peligro a las
poblaciones de estos animales, los ecosistemas, el medio de subsistencia de las
comunidades dependientes y el turismo ecológico", ha explicado en una nota
de prensa difundida por la organización Pew.
Por su parte, Carlos Drews, director del programa
internacional de especies de WWF y jefe de la delegación que ha viajado a
Tailandia, calificó el resultado de la votación de "momento
histórico" y se felicitó de que los gobiernos hayan tomado su decisión
siguiendo las recomendaciones de los científicos.
Según Drews, el respaldo a las propuestas para otorgar más
protección a estas especies "demuestra que los gobiernos del mundo apoyan
la pesca sostenible y están preocupados por la explotación excesiva de los
tiburones y las rayas para su uso comercial. La decisión será crucial para
frenar la sobrepesca desenfrenada que está empujando a estos animales al borde
del colapso", añadió.
El papel de los países sudamericanos
Los países de Sudamérica, en particular Brasil y Colombia,
han sido los más activos a la hora de reclamar la protección para estas
especies, pues han sido los principales impulsores de las propuestas. Según ha
detallado WWF, Colombia, Brasil y EEUU propusieron la inclusión del tiburón
oceánico. La propuesta para introducir en el Apéndice II a tres especies de
tiburón martillo fue encabezada por Colombia, Brasil, Costa Rica, Ecuador,
Honduras, México y Dinamarca. Detrás de la propuesta para el marrajo sardinero
estaban Brasil, Comoros, Croacia, Dinamarca y Egipto mientras que Colombia,
Brasil y Ecuador lideraron la iniciativa para limitar el comercio de las dos
especies de mantarayas.
En el otro frente se encontraban Rusia y algunos países asiáticos,
como Japón, China o Tailandia, que defienden que CITES no es el foro adecuado
para regular la pesca de especies que tienen un alto valor comercial. Asimismo,
sostienen que es complejo identificar la especie por la aleta, algo que han
refutado otros países, que aseguran que distinguir la aleta del tiburón
martillo o del océanico es fácil por su morfología.
A lo largo de la cumbre de Bangkok se van a debatir un total
de 70 propuestas para modificar la protección de especies de fauna y flora.
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