El afiche, con la icónica imagen de la robot humana y la ciudad futurista detrás, es una creación del pintor Heinz Schulz-Neudamm. |
El póster, creación del pintor alemán Heinz Schulz-Neudamm,
muestra a la robot humana interpretada por la bella Brigitte Helm y, detrás, a
la futurista megalópolis de 2026 en la que transcurre la historia. Se trata de
la versión internacional, sin los créditos, de la que sólo hay otras tres
copias conocidas en el mundo: una en el Museo de Arte Moderno de Nueva York;
otra en la
Biblioteca Nacional de Austria, en Viena; y el tercero en
manos de un coleccionista privado que, se cree, es Leonardo Di Caprio. Una
versión alemana del mismo afiche había sido vendida en 2000 en 357.750 dólares.
Al margen del valor que algún adinerado fanático esté
dispuesto a pagar ahora, ya se trata del afiche más caro de la historia. El
coleccionista estadounidense Kenneth Schacter había desembolsado 690 mil
dólares en 2005 para quedarse con él, cifra que sigue siendo la más alta jamás
pagada por un póster de cine.
Pero Schacter, reconocido coleccionista, entró en desgracia.
Según publicó la revista The Hollywood Reporter, en diciembre pasado se
declaró en bancarrota por una deuda de 500 mil dólares con un prestamista, y
dijo que el afiche de Metrópolis sólo valía 250 mil dólares. Pero en marzo
intentó subastar el póster en el sitio especializado Movie Poster Exchange con
una base de 850 mil dólares. Cuando el prestamista se enteró creyó que Schacter
estaba ocultando el valor real de sus bienes y lo denunció ante la Justicia. La subasta
se suspendió el 12 de marzo y Schacter fue embargado.
El síndico John Menchaca, del Tribunal de Quiebras de Los
Angeles, está inventariando su colección, que también incluye otras dos joyas:
un afiche original de King Kong (1933), que en 1999 se vendió en US$ 244 mil y hoy podría valer más del doble ; y un
cartel publicitario (teaser, en inglés) de El hombre invisible (1933). Cuando
concluya el trámite judicial –antes de fin de año, se calcula– saldrán a subasta.
Muda, visualmente revolucionaria, vinculada por algunos al
inminente surgimiento del nazismo (algo que Lang siempre rechazó), con un guión
por momentos pueril y un desenlace reaccionario –ese candoroso abrazo
reconciliador entre Capital y Trabajo–, Metrópolis es una de las grandes
películas de la historia del cine, una obra maestra absoluta cuya notable
influencia se extiende hasta hoy. Escrita por Lang y su entonces esposa Thea
Von Harbou (luego conspicua colaboradora nazi), fue estrenada en Berlín en
enero de 1927, y apenas unos meses después comenzó a ser manoseada y mutilada.
Su versión original se creyó perdida durante décadas, hasta que en 2008
apareció una copia casi completa en Buenos Aires.
“La importancia histórica de la película y la belleza art
decó del afiche se combinan para convertirlo en la joya de la corona del mundo
de los pósters de cine”, explicó el especialista Sean Linkenback. En unos meses
se sabrá cuál es realmente su valor.
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