Según previsiones de la NASA ,
la Vía Láctea
colisionará de frente con Andrómeda. Ocurrirá dentro de 4.000 millones de años.
Expertos pronostican que la
Tierra terminará en un lugar distinto del universo, pero
sobrevivirá al impacto.
Composición fotográfica del choque de |
Cuando se consuma la fusión galáctica, nada volverá a ser
igual. Todo cuanto se conoce hasta ahora cambiará. El Sol, por ejemplo, saldrá
expulsado hacia la periferia de la nueva galaxia mientras que será un
gigantesco agujero negro el que gobernará a los cuerpos que queden a su
alrededor.
Estas predicciones son las que un grupo de astrónomos de la
agencia espacial estadounidense dieron a conocer el jueves, basadas en las últimas informaciones recogidas por
el telescopio espacial Hubble.
Los astrónomos ya sabían que la galaxia de Andrómeda se
estaba acercando, pero creían que había posibilidad de que cierto movimiento
lateral suyo haría que pasara rozando la Vía Láctea o que ni siquiera la tocara. Luego de
años de "observaciones extraordinariamente precisas", siguiendo el
movimiento de Andrómeda "se despejó toda duda" y se concluyó que no
hay ninguna posibilidad de eso.
Los científicos dijeron que el Sol y la Tierra casi seguramente
sobrevivirán a lo que será una fusión galáctica de 1,9 millones de kilómetros
por hora (1,2 millones de millas por hora), pero que probablemente terminarán
en un lugar diferente del cosmos.
Las estrellas dentro de cada galaxia se hallan tan lejos las
unas de las otras que no se cree que puedan chocar entre ellas, pero es posible
que "sean lanzadas a una órbita diferente alrededor del nuevo centro
galáctico".
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