- Levantarte siempre con una buena actitud cada día; eso cambiará TODA la perspectiva.
- Dedica veinte minutos diarios para hacer ejercicio o caminar, así oxigenarás el cuerpo y el tomar decisiones será más sencillo.
- Busca la posibilidad de estar en silencio diez minutos del día, es una manera de compartir tiempo contigo mismo.
- Cada cosa que tengas que hacer, hazla con amor.
- Escucha buena música a diario, es alimento para el espíritu.
- Permite que cada día tenga un propósito, por pequeño que sea.
- Vive con energía, entusiasmo y empatía: la fórmula de las “3E”.
- Siempre que puedas, juega con tus hijos.
- Lee: en solitario, para inspirarte en pensamientos positivos y en compañía, para mantener unida a la familia.
- Mira al cielo al menos una vez al día; date cuenta de la majestuosidad del mundo que te rodea.
- Regálate pequeños momentos para soñar despierto.
- Come más frutas y verduras, consume menos alimentos que sean manufacturados en plantas industriales o que requieran un sacrificio.
- Agradece cada alimento que consumes, muchas personas no tienen con qué alimentarse; pero, sobre todo, enseña a tus hijos esta sana práctica.
- Agradece a cada persona por los pequeños sacrificios que hace para ayudarte a ser mejor.
- Sonríe, y ríe más.
- Trata de hacer reír a por lo menos tres personas cada día.
- Elimina el desorden de tu casa, tu automóvil y tu escritorio; permite así que nueva energía fluya en tu vida.
- No gastes tu tiempo en chismes, en cosas del pasado, en pensamientos negativos o en cosas de las que no tienes control.
- Invierte tu energía en lo positivo del presente.
- Date cuenta de que la vida es una escuela, y que estás aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen, lo que aprendes de estos es para toda la vida.
- Recuerda que tu peor enemigo eres tú mismo; ámate y mejora cambiando poco a poco lo que no te agrada de ti.
- No dejes pasar la oportunidad de abrazar a quienes amas.
- Practica el perdón, la vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo odiando a alguien.
- No te tomes a ti mismo tan en serio. Nadie más lo hace.
- No siempre vas a ganar cada discusión; acepta que no estás de acuerdo y aprende de los demás.
- Aprende a “cambiar la hoja después de cada capítulo de tu vida”; mantente en paz con tu pasado, así no arruinará tu presente.
- No compares tu vida con la de otros; no tienes idea del camino que han tenido que recorrer en la vida.
- Nadie está a cargo de tu felicidad, excepto tú mismo.
- No busques la felicidad poniendo tus expectativas en otros, porque ningún ser humano está en función de hacer realidad tus deseos.
- Recuerda que no tienes el control de todo lo que te sucede, pero sí de lo que haces con ello.
- Aprende algo nuevo cada día.
- Solo tú puedes permitir que lo que los demás piensen de ti te afecte; recuerda que es casi imposible lograr hacer feliz a todos.
- Aprecia tu cuerpo, disfrútalo y cuídalo.
- No importa qué tan buena o mala sea la situación, ésta cambiará.
- Tu trabajo no se ocupará de ti cuando estés enfermo, tus amigos sí. Mantente en contacto con ellos.
- Desecha aquello que no sea útil, bonito o divertido.
- La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
- Piensa que lo mejor está aún por venir.
- No importa cómo te sientas, levántate, vístete y asiste.
- Disfruta más, quéjate menos.
- Ama a tu pareja y exprésale tu amor por ella.
- Haz saber a tus familiares cuánto los amas por medio de una llamada telefónica, una carta o un correo electrónico.
- Cada noche, antes de acostarte, agradece en oración todo lo que pudiste disfrutar en el día, incluso por las pruebas que te da la vida.
- Recuerda que son más las bendiciones que las dificultades, estás demasiado bendecido como para estar estresado.
- Disfruta del viaje. Solo tienes una oportunidad, sácale el mayor provecho.
- Cuida tu salud mediante una postura adecuada de tu cuerpo, eso te permitirá ser consciente de ti mismo.
- No te quejes de tu edad, cada época del ser humano trae consigo momentos para disfrutar solos o en compañía de nuestros seres amados; la “vejez” no es una condición física, sino mental.
- No juzgues a nadie.
- No critiques.
- Si no tienes bienes materiales para regalar, regala un poco de ti mismo.
Fuente: Familias
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