El "Penguin Jumper Program" invita a voluntarios a tejer sweaters para pingüinos. |
De hecho, son tan importantes que grupos conservacionistas en Australia, Tasmania y Nueva Zelanda piden cada año a voluntarios de todo el mundo que sepan tejer, que les ayuden a suministrar ropa caliente para estos animales, en especial para sus crías.
Sobrevivir a un vertido
Cuando las plumas de un pingüino se embadurnan de petróleo, pierden su capacidad aislante. El agua penetra hasta la piel, les hace sentir mucho frío, y pesan tanto que les cuesta nadar, cazar y alimentarse.
Una de las mejores formas de evitar que estos pingüinos mueran es lavarlos.
Pero grupos se observó que muchos, sobre todo los más débiles y jóvenes, morían de frío o intoxicados antes de poder ser atendidos.
Los suéters no sólo les mantienen lejos del frío, sino que también evitan que se laman las plumas y mueran envenenados.
Voluntarios
El llamado Penguin Jumper Program (Programa de suéters para pingüinos) para suministrar suéters a los pingüinos empezó en 2001, cuando un vertido de petróleo afectó a 438 pingüinos azules.
En aquella ocasión fue tal la necesidad de ropa de lana a medida, que se hizo un llamado pidiendo ayuda a voluntarios en la confección de las prendas.
La respuesta fue tan grande que recibieron cerca de 1.000 suéters procedentes de todo el mundo.
La entonces portavoz del Tasmania Conservation Trust, una de las organizaciones que participó en la convocatoria, comentó que no es que los pingüinos estén muy "felices" cuando les pones un suéter. "Pero son necesarias para su propia protección", explicó, "los suéters evitan que los pájaros empiecen a acicalarse los unos a los otros y traguen el crudo tóxico antes de que se laven sus plumas".
Una pequeña gran obra
La respuesta del público ha sido tal, que desde entonces, organizaciones como la Fundación para los Pingüinos de Phillip Island incluso convocan concursos al mejor suéter de pingüino.
Para su elaboración facilitan un patrón detallado sobre las medidas y forma adecuadas para estas criaturas.
Según dicen, gran parte de los suéters que reciben son distribuidos en otras asociaciones conservacionistas, mientras que el excedente, o las prendas que no dan la talla, se venden para recaudar fondos.
Así que ya saben, si les gusta tejer y les encantan los pingüinos, ya tienen la oportunidad de hacer una pequeña gran obra.
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