Unos 10,5 millones de niños de todo el mundo, la mayoría de
los cuales son menores de edad, trabajan como trabajadores domésticos en los
hogares de otras personas en condiciones peligrosas y en algunos casos análogas
a la esclavitud, de acuerdo con un nuevo informe de la OIT.
De estos niños trabajadores, 6,5 millones tienen entre cinco
y 15 años. Más de 71 por ciento son niñas.
Según las cifras más recientes citadas en un nuevo informe
de la OIT
titulado Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, estos niños
trabajan en hogares de terceros o de un empleador, realizando tareas como
limpiar, planchar, cocinar, la jardinería, recolectar agua, cuidar de otros
niños o de los ancianos.
Vulnerables a la violencia física, psicológica y sexual, y
expuestos a condiciones de trabajo abusivas, con frecuencia están aislados de
sus familias, ocultos a la mirada pública y llegan a ser muy dependientes de
sus empleadores. Muchos corren el riesgo de terminar siendo explotados
sexualmente con fines comerciales.
“La situación de muchos niños trabajadores domésticos no
sólo constituye una violación grave de los derechos de los niños, pero sigue
siendo un obstáculo al logro de muchos objetivos nacionales e internacionales
de desarrollo”, dijo Constance Thomas, Directora del Programa Internacionalpara la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (IPEC).
El informe, publicado en ocasión del Día mundial contra el trabajo infantil, hace un llamado a favor de una acción concertada y conjunta a
nivel nacional e internacional a fin de eliminar el trabajo infantil en el
trabajo doméstico.
“Necesitamos un marco jurídico sólido para identificar
claramente, prevenir y eliminar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, y
para ofrecer condiciones de trabajo decente a los adolescentes cuando tienen la
edad legal para trabajar”, señaló Constance Thomas.
Se estima que en el mundo hay otros 5 millones de niños cuya
edad está por encima del límite legal establecido en sus países para trabajar,
quienes también realizan trabajo doméstico remunerado o no remunerado.
Ocultos a la mirada del público
En muchos países, el trabajo doméstico infantil no es
reconocido como una forma de trabajo infantil debido a la relación turbia que
los une a la familia que los emplea, sostiene el informe. El niño “trabaja,
pero no es considerado un trabajador y aunque vive en un ambiente familiar, él
o ella no recibe el trato de un miembro de la familia”.
Esta “carencia de cuidado” familiar y jurídico encubre un
“acuerdo de explotación”, que con frecuencia está caracterizado por largas
horas de trabajo, ausencia de libertad personal y, algunas veces, condiciones
de trabajo peligrosas. La naturaleza clandestina de su situación hace difícil
su protección.
El informe insta a mejorar la recolección de datos y las
herramientas estadísticas a fin que la verdadera extensión del problema pueda
ser verificada. También insiste a los gobiernos sobre la necesidad de que
ratifiquen e implementen el Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad mínima de
admisión al empleo y el Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil.
Sin embargo, destaca que el trabajo doméstico es una fuente
importante de empleo, en particular para millones de mujeres. Esto fue
reconocido en el histórico Convenio núm. 189 de la OIT sobre el trabajo decente
para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, el cual, sostiene el
informe, debería ser promovido como parte de la estrategia dirigida a eliminar
el trabajo infantil del trabajo doméstico.
“Los trabajadores domésticos de todas las edades realizan
tareas cada vez más vitales en muchas economías. Necesitamos garantizar un
nuevo respeto de sus derechos y reforzar sus capacidades y las de las organizaciones
que los representan. Un aspecto fundamental de este nuevo enfoque consiste en
combatir el trabajo infantil”, concluyó Constance Thomas.
Fuente: OIT
No hay comentarios:
Publicar un comentario