Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha estado fascinada
con el fin del mundo.
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Pese a la atención que han recibido las predicciones sobre
el fin del mundo basadas en el calendario maya, la vida en la Tierra sigue su curso sin
más. ¿Qué harán ahora los que creían que todo se iba a acabar este 21 de
diciembre?
En esta última ocasión, miles de personas habían tomado
precauciones en todo el planeta.
En la provincia china de Sichuan se informó de la compra
masiva de velas. En Rusia, se disparó la venta de fósforos y comida en lata, y
el primer ministro Dimitri Medvedev urgió a sus conciudadanos a mantener la
calma.
Por su parte, las autoridades francesas tuvieron que lidiar
con decenas de personas que se acercaron a una montaña de la pequeña localidad
de Bugarach, convencidos de que unas naves voladoras iban a rescatar a los seres
humanos allí concentrados.
Lo cierto es que nada de esto es nuevo. Desde tiempos
inmemoriales, la humanidad ha estado fascinada con el fin del mundo.
De Roma a nuestros días
Los habitantes de Roma fueron presa del pánico ante las
predicciones que aseguraban que su ciudad sería destruida en el año 634 A .C. y el temor al nuevo
milenio se propagó por Europa ante la llegada del año 1.000 D.C.
Harold Camping ha establecido una fecha para el fin del
mundo en, al menos, seis ocasiones.
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Ya en nuestros días, los seguidores de las profecías de
Nostradamus se prepararon para el advenimiento del "Rey del Terror"
en 1999.
Mientras, el telepredicador estadounidense Pat Robertson
pronosticó que "algo similar a un ataque nuclear" ocurriría a fines
de 2007.
Por su parte, el predicador radiofónico californiano Harold
Camping ha establecido una fecha para el fin del mundo en por lo menos seis
ocasiones, siendo la última el pasado 22 de octubre.
Para aquellos que creían en sus predicciones, darse cuenta
de que la vida seguía su curso tras el supuesto día del apocalipsis debió ser
una experiencia traumática.
Según explica Lorne Dawson, experto en sociología de la
religión de la Universidad
de Waterloo, en California, los grupos que han pronosticado el fin del mundo
suelen seguir adelante sin problema una vez se incumplen las profecías.
De los 75 grupos identificados por Dawson que predicaban el
fin del mundo, todos excepto seis continuaron existiendo después de que la
catástrofe no se materializase.
De hecho, algunos incluso han ganado adeptos. Los Testigos
de Jehová han esperado el apocalipsis en varias ocasiones y cuentan con siete
millones de seguidores.
"Cuando la profecía falla"
Uno de los mejores estudios sobre estos casos es
"Cuando la profecía falla", en el que el psicólogo León Festinger
explica como él y sus estudiantes se infiltraron en un grupo que pensaba que el
mundo se iba a acabar y que iban a ser rescatados en un platillo volador.
Los miembros de la comunidad judía Jabad-Lubavitch creen en
el fin del mundo.
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Cuando las naves espaciales no llegaron, el líder del grupo
aseguró que sus seguidores que habían "irradiado tanta luz" que Dios
había perdonado al planeta. Entonces, los apocalípticos se dedicaron a dar a
conocer la buena noticia entre los no creyentes, en lo que para Festinger fue
un claro caso de disonancia cognitiva.
En un ejercicio similar, el psiquiatra Simon Dein pasó un
tiempo con miembros de la comunidad judía Jabad-Lubavitch en Stanford Hill, en el
norte de Londres. Durante años, los integrantes de esta organización creyeron
que su líder espiritual, Menachem Mendel Schneerson, conocido como "El
Rebe", era el mesías.
Según sus creencias, él anunciaría el fin de la civilización
y los guiaría a una nueva era. Su fe sería puesta a prueba en 1994, cuando el
"El Rebe" murió.
"Yo estaba allí cuando falleció", explica Dein.
"Lloraban, se lamentaban, no podían aceptarlo, no podía morir; ¿iba a
manifestarse?".
Pero pese a todo, los miembros de la comunidad no
abandonaron su sistema de creencias y se dividieron entre los que creían que
"El Rabi" seguía vivo pero no podía ser visto y los que pensaban que,
de que algún modo, regresaría de la muerte.
"Hay mucha tensión entre los que creen que está muerto
y los que creen que está vivo, pero su fallecimiento no parece haber disminuido
el número de seguidores", explica Dein.
Según Lorne Dawson, las 200 familias de la comunidad
Jabad-Lubavitch de Stanford Hill contaban con uno de los rasgos imprescindibles
para mantener al grupo unido tras un fallido apocalipsis: un fuerte sentimiento
de comunidad.
"Si el grupo ha estado cohesionado y libre de
disidencia, puede seguir adelante", explica.
Dawson también cree que es importante la presencia de un
liderazgo fuerte que pueda dar una explicación.
"Si la racionalización llega pronto, el grupo puede
soportar que los ridiculicen desde afuera", asegura.
Cambio de fecha
Muchos líderes lo que hacen es dar una nueva fecha para el
apocalipsis. Otros se disculpan ante sus seguidores por haberse equivocado de
día.
Cuando pasa la fecha señalada, la mayoría de los grupos que
creen en el fin del mundo suelen adaptarse a la realidad sin más.
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Tristemente, algunos toman medidas más drásticas. En 1997,
39 miembros de la secta Heaven's Gate (Puerta del Cielo) se quitaron la vida,
creyendo que así se subirían a una nave espacial que seguía la estela del cometa
Hale-Bopp.
Pero pese a estos casos trágicos, la mayoría de los grupos
que creen en el fin del mundo suelen adaptarse a la realidad sin más.
"Cuando se ha invertido tanto en una creencia, se tiene
un interés en conservar algo de ella", asegura Philip Jenkins, historiador
de las religiones de la
Universidad Baylor , en Texas, EE.UU.
Según Jenkins, la atracción que despiertan los líderes que
predican un cataclismo va más allá del contenido de sus profecías.
"Es una especie de rechazo a la manera en la que el
mundo está hecho. Tiene que ver con la necesidad de imaginar algo mejor. Cuando
se hace evidente que el nuevo orden no va a llegar, siempre se encuentran
maneras de ajustar el mensaje", afirma Jenkins.
Parece que los que pronosticaron el fin del mundo para este
21 de diciembre deberán hacer precisamente eso.
3 comentarios:
Muy Bueno Rodrigo , " Te la comostes " , como decimos los Cubanos . Espoermos si , que las cosas canvien por la voluntad y el trabajo del Hombre . Asi quizas un dia aprenderemos a creer en algo solido y posible en lo que podemos cooperar .
Ojalá que así sea y que entre todas las personas que vivimos en este hermoso Planeta podamos construir un mundo mejor para todos!!!
Muy bueno! Gracias por compartir la información.
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