Los casos de malaria cedieron en más de un 40 por ciento en América entre 2000 y 2010, mientras que la enfermedad amenaza a más de 2.000 millones de personas en la región Asia Pacífico, según un informe divulgado en Sídney.
La población expuesta en América asciende a 160 millones de personas, según el estudio Derrotando la malaria en Asia, el Pacífico, las Américas, Oriente Medio y Europa, una colaboración de
En 2000, hubo 1,18 millones de contagios confirmados en
América y una década después la cifra había descendido a 669.000, mientras que
el número de muertes estaba en 133 en 2008, cantidad que supuso más del 60 por
ciento menos que al inicio del siglo.
De los 21 países americanos que luchan contra el paludismo,
Argentina, El Salvador, México y Paraguay se encuentran más cerca de erradicar
el mal, pero han sufrido un retroceso la República Dominicana ,
Venezuela y Haití.
"No obstante los grandes avances alcanzados, persisten
retos significativos entre las poblaciones con mayor incidencia que comparten
varias características: acceso limitado a servicios, escasas infraestructuras,
pobreza extrema y asentamientos de difícil acceso", dice el análisis.
El mayor número de infecciones de paludismo en América recae
en la región del Amazonas que comparten Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y
Venezuela, donde el ritmo de contagio anual supera los 50 casos por cada 1.000
habitantes.
La situación más grave se sufre en la municipalidad
brasileña de Anajas, que tiene una incidencia anual de 452 casos por cada 1.000
habitantes. Otras zonas peligrosas son los bosques tropicales de Colombia y
Ecuador en la costa bañada por el Pacífico, porque "la mayoría de la
población en esas áreas es de descendencia africana y vive en comunidades
remotas", según el estudio.
El paludismo es responsable de 46.000 muertes y 34 millones
de infecciones en todo el mundo, menos África, de acuerdo con los datos
utilizados en la
Conferencia Malaria 2012: Salvando vidas en Asia Pacífico,
que se clausuró en Sídney después de tres días de sesiones.
El mayor número de casos se da en Asia-Pacífico,
principalmente a India, Indonesia, Pakistán, Birmania (Myanmar) y Papúa Nueva
Guinea, con 42.000 muertes y 30 millones de contagios. En esa región, unos
2.000 millones de personas están expuestas cada año a las picaduras del
mosquito anofeles, cuyas hembras son transmisoras del parásito productor de las
fiebres palúdicas.
Durante la conferencia, ministros de la región,
representantes de organismos internacionales, funcionarios, científicos y
expertos abordaron los mecanismos para combatir la malaria y alertaron de la amenaza
que representa para la
Humanidad la cepa de la malaria resistente a los tratamientos
que ha sido detectada en áreas del Sudeste Asiático.
"La resistencia a los tratamientos contra la malaria es
uno de los principales retos" para el control y la erradicación del mal en
Asia-Pacífico, destacó el director del Programa sobre Malaria de la OMS , Robert Newman, según un
comunicado.
"Se impone la necesidad urgente de coordinar acciones
contra esta amenaza a la salud pública e invocar al Plan Mundial de Contención
de la Resistencia
a la Artemisinina ",
reclamó Newman, y urgió a impulsar acciones políticas coordinadas y asegurar la
financiación de planes de emergencia.
La región Asia-Pacífico se ha comprometido a reducir en un
75 por ciento el número de casos de contagio y muerte por paludismo. Por ello,
Australia anunció en la jornada de clausura la donación de 100 millones de
dólares para programas e iniciativas contra la malaria en más de 20 países de
la región durante los próximos cuatro años.
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