Los océanos cubren 71% de la Tierra , pero conocer lo que
sucede en ellos siempre fue un desafío para el hombre y ese reto parece entrar
en una nueva etapa con algunos proyectos que preparan desde Europa hasta Brasil.
A la vez, en Brasil se prepara un estudio inédito de las
condiciones ambientales de la cuenca de Santos, un área del océano Atlántico
rica en petróleo, para usar como referencia ante eventuales anomalías.
Matthew Gianni, asesor de la Coalición para la Conservación de los
Fondos Marinos (DSCC por sus siglas en inglés), dijo que esfuerzos como estos
sugieren que existe una nueva fase de monitoreo y mapeo de las características
de los océanos.
"Hay dos razones por las cuales esto ocurre",
explicó Gianni. "Una es la oportunidad económica: algunos gobiernos
miran al mapeo marino para identificar áreas donde pueden obtener valiosas
materias primas minerales".
"Pero a la vez en los últimos años hay muchos más
esfuerzos de mapeo del fondo marino por parte de gobiernos, en particular en el
Atlántico, en respuesta a resoluciones de las Naciones Unidas para proteger
ecosistemas en el fondo marino del impacto de la pesca de arrastre",
agregó.
Robots al agua
Segen Estefan, director de tecnología e innovación en el
instituto de la
Universidad Federal de Río de Janeiro a cargo del estudio en
Brasil, dijo que esta experiencia podría repetirse en otras partes del país o
del mundo.
"Es un gran desafío", sostuvo.
Ubicada al sureste de Sao Paulo, la cuenca de Santos tiene
un área de unos 352 mil kilómetros cuadrados con grandes reservas de crudo
descubiertas bajo una gruesa capa de sal, que les da el nombre de pre-sal.
Estefan indicó que el proyecto medirá parámetros como la
calidad del agua, acidez y salinidad, así como corrientes marinas, para
realizar una suerte de "mapeo de las condiciones ambientales" de esa
región.
Parte de la información se captará mediante pequeños robots
que serán lanzados al océano, añadió. "Este proyecto busca juntar varias
técnicas que no estaban disponibles en el pasado", dijo.
El trabajo se realizará con el apoyo de la empresa británica
British Gas (BG), que tiene intereses económicos en la zona.
"Entender mejor"
La información recolectada en la cuenca de Santos podría
utilizarse como referencia para medir el impacto que la explotación petrolífera
puede tener en las condiciones ambientales de ese lugar.
Pero los estudios también servirán como referencia para
conocer los efectos del calentamiento global en el océano, dijo Estefan, ya que
el fenómeno tiende a generar mayor acidez marina.
El especialista sostuvo que Brasil posee un conocimiento
"razonable" del relieve y fauna de sus mares, pero conoce "muy
poco" de sus corrientes o calidad del agua en sus diversas regiones.
"Como Brasil tiene una costa muy grande, superior a
ocho mil kilómetros, sería bueno que pudiésemos entender mejor el ambiente que
hay hasta para que podamos preservarlo", explicó.
"Proyecto emblemático"
En tanto, el mapa de los fondos marinos europeos permitiría
acceder a datos sobre el estado físico, químico y biológico de los mares, así
como el impacto de la actividad humana en ellos, indicó un "Libro
Verde" de la CE.
Se trata de un "proyecto emblemático" que reuniría
toda la información recolectada sobre los mares europeos en una sola base de
datos, sostuvo el documento publicado a fin de agosto y sometido a consultas
hasta el 15 de diciembre
"La escasez de tierras y agua dulce está incitando a la
humanidad a volverse hacia el 71 % del planeta que queda cubierto por agua
salada", señaló.
Agregó que hoy se puede operar con seguridad en aguas más
profundas gracias a avances tecnológicos para la observación, manipulación a
distancia y construcción en el mar desarrollados sobre todo por la industria
petrolera.
Ventajas y retos
"Nuestros mares y océanos pueden proporcionar el
impulso que necesitamos para reactivar nuestras economías", sostuvo el
texto de la CE.
"Pueden proporcionar la energía limpia que necesitamos si queremos evitar
una catástrofe climática".
En Brasil preparan un estudio inédito de las condiciones ambientales de la cuenca de Santos. |
"Pueden facilitar proteínas para una dieta saludable.
Pueden darnos productos farmacéuticos o enzimas procedentes de organismos que
viven en las condiciones más extremas de temperatura, luz y presión",
agregó.
También indicó que la mayor demanda de materias primas
"hace que la actividad minera en el fondo marino despierte un interés
creciente".
Pero el documento advirtió que la crisis financiera es un
reto, ya que se debe garantizar la rentabilidad de los cerca de US$1.940
millones anuales que invierten los países de la Unión Europea en una
red de seguimiento marino.
Público vs privado
Gianni, basado en los Países bajos, dijo que hay otros
esfuerzos recientes o en curso de mapeos marinos en aguas internacionales.
Citó como ejemplo estudios que España ya realizó en el Atlántico
sur entre 2007 y 2010 y ahora efectúa en el Atlántico norte, o un proyecto de
mapeo en el Pacífico suroeste que Nueva Zelanda se apresta a iniciar.
Según el especialista, "estos ejercicios de mapeo
pueden ayudar mucho a la conservación", usándose para cerrar áreas a la
pesca de arrastre, construcción de oleoductos o tendido de cables submarinos.
Gianni dijo que el "otro lado de la moneda" es que
esos mapas también puedan emplearse para explotar los fondos marinos de forma
indebida.
Pero indicó que "la industria (privada) va a hacer los
mapas de todos modos, con o sin apoyo de los gobiernos, si ve un interés
económico en eso". Y en ese caso la tendencia es evitar compartir la
información, advirtió.
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