Una reevaluación de 18 años de observaciones satelitales ha
proporcionado una visión nueva y más detallada de los cambios del nivel del mar
en todo el mundo.
Al incorporar datos de varios satélites, el estudio reafirma
que globalmente las aguas oceánicas del mundo están aumentando en poco más de 3 milímetros por año.
Pero esa cifra, de acuerdo con la revisión, esconde algunas
diferencias regionales muy grandes. El Mar de Filipinas, por ejemplo, ha visto un incremento de
más de 10 milímetros
por año.
Parte de esa señal refleja la gran fluctuación en los
vientos y la temperatura de la superficie del mar a través del Océano Pacífico
conocida como El Niño/La Niña-Oscilación Sur.
"El mapa de tendencias es realmente una forma de ver en
el terreno cambios promedio en los últimos 20 años", explica Steven Nerem
de la Universidad
de Colorado, EE.UU.
Paolo Cipollini del Centro Nacional de Oceanografía del
Reino Unido, añade: "Mucho de lo que muestra el mapa de tendencias indica
cambios en el almacenamiento de calor y corresponden a variaciones de largo
plazo en las corrientes oceánicas".
Desde el espacio
El mapa fue presentado en Venecia, Italia, en un simposio
que conmemora "20 Años de Progreso en Altimetría de Radar".
La investigación ayudará a los científicos a desentrañar la
escala de los elementos que a largo plazo favorecen el aumento del nivel del
mar y a comprender mejor las variaciones anuales e interanuales que pueden
ocurrir.
En la actualidad, se han determinado los elementos que más
significativamente inciden en el aumento de los océanos globales son una
absorción de más calor y el agua derretida proveniente de glaciares y capas de
hielo erosionados.
Una búsqueda clave es identificar en qué medida se está
acelerando el aumento del nivel del mar y descartar cualquier oscilación a
largo plazo en el comportamiento del océano que pudiese confundir a esa señal.
El estudio fue realizado como parte de la Iniciativa sobre el
Cambio Climático (CCI por su sigla en inglés) acordado por los estados miembros
de la Agencia
Espacial Europea (ESA por su sigla en inglés) en su reunión
ministerial en 2008.
El CCI busca entregar observaciones a largo plazo sobre un
amplio conjunto de "variables climáticas esenciales" siendo el cambio
del nivel del mar uno de los indicadores más importantes del cambio global.
La medición satelital de la forma de la superficie oceánica
tiene una historia relativamente corta.
Las observaciones de rutina comenzaron con la nave espacial
europea ERS-1 en 1991, y a éstas posteriormente le han seguido una serie de
misiones internacionales.
El punto de referencia hoy en día es sin duda Jasón/Poseidón
-una cooperación entre EE.UU. y Europa (principalmente Francia).
Ahora en su tercera encarnación, el satélite Jasón
circundará el globo haciendo cada 10 días un mapa topográfico del 95% de los
océanos libres de hielo de la
Tierra.
Para hacer esto, utiliza un altímetro de radar, el cual
constantemente rebota pulsos de microondas fuera de la superficie del mar.
Al medir cuánto tiempo la señal tarda en regresar, el
instrumento puede determinar la altura de la superficie del mar.
Para tener una imagen completa, sin embargo, los datos
necesitan estar vinculados con los datos de otros satélites que ven las partes
del mundo que Jasón no puede ver. Y también toman en cuenta la información del
mareógrafo (medidor de mareas).
Aunque las estaciones costeras no pueden proveer la misma
visión global de los instrumentos de observación espaciales, estas captan tendencias
mucho más extensas. Algunas estaciones de calibración tienen registros
ininterrumpidos que se remontan más de 200 años.
El desafío del futuro
El satélite Jasón circundará el globo haciendo cada
10 días un mapa topográfico del 95% de los océanos libres de hielo de |
Otra importante herramienta introducida recientemente es el
satélite de gravedad -específicamente, las dos naves espaciales estadounidenses
Grace. Este dúo puede pesar el monto de hielo en la Antártida y Groenlandia,
y la cantidad de agua almacenada en los continentes.
Estos satélites han aportado nuevas informaciones sobre la
escala de derretimiento en los polos y el impacto de los cambios en las
precipitaciones que pueden mover grandes volúmenes de agua del océano hacia la
tierra.
Recientemente, ESA perdió su satélite insignia de
observación de la Tierra ,
el Envisat, después de 10 años de continua recolección de datos.
En abril, la nave y su altímetro dejaron de operar sin
previo aviso, lo que subraya la necesidad de mantener varios instrumentos en
órbita al mismo tiempo.
Un altímetro de reemplazo debe ser lanzando en la nave
espacial Sentinel-3 a
finales de 2014. También se espera que un satélite de continuidad para Jasón
suba a los pocos meses del Sentinel.
Además, otros tipos de altímetro se están construyendo. En
diciembre de este año, Francia e India deben lanzar su plataforma Saral. Esta
llevará un altímetro de alta frecuencia (banda Ka) que debería capturar mejor
los cambios que ocurren muy cerca de la costa. Detalle que está más allá del
alcance de las observaciones de microondas.
"El desafío clave para los próximos años es asegurar
que sigamos adquiriendo datos de altimetría, que somos capaces de calibrarlos y
que podamos garantizar su calidad", dijo Maurice Borgeaud del Departamento
de Ciencias de Observación de la
Tierra , Aplicaciones y Futuras Tecnologías de ESA.
"Además, tenemos que hacer frente a los nuevos dominios
de la altimetría de radar. La altimetría costera ha sido mencionada -también lo
que se puede hacer para medir los niveles de agua en los ríos y lagos. De
nuevo, la antigua generación de altímetros de radar no fueron diseñados para
hacer esto; lo más reciente generación sí lo será."
1 comentario:
Excelente información, nos ayuda a entender el ecosistema en nivel diferente...Un trabajo de calidad. Gracias...
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