Foto: ESA |
Un equipo internacional de científicos captó la imagen de
una estrella recién nacida similar al Sol girando a alta velocidad, gracias a
la combinación de visión de rayos X de tres telescopios espaciales: XMM-Newton
de la Agencia
Espacial Europea (ESA), Chandra de la NASA y Suzaku de Japón.
Según explicaron los expertos, este hallazgo podría aportar
nuevos datos sobre el nacimiento de estrellas similares al Sol. Actualmente, se
sabe que estas estrellas se forman a partir de nubes de gas y el polvo. Estos
colapsan bajo la presión de la gravedad y desarrollan una densa protoestrella
en su centro, rodeada por un disco orbital del gas y el polvo.
La protoestrella, llamada V1647 Ori, sigue creciendo a
medida que el material en el disco se abre camino hacia el centro y cae sobre
la estrella recién nacida, a velocidades de hasta cientos de kilómetros por
segundo. Sin embargo, en lugar de caer sobre la protoestrella, una pequeña
fracción del material es expulsado en forma de chorros de alta velocidad que
emanan de los polos norte y sur del cuerpo. Estos chorros pueden ser muy
variables, dependiendo de la actividad energética en las regiones más internas.
Pero el gas de grosor y envoltura de polvo que rodea a la
estrella central hace que sea difícil ver lo que está pasando. De ahí que los
científicos hayan decidido utilizar los rayos X para poder penetrar en esta
región densa y oscura.
Según contaron, mediante el control de las variaciones en la
intensidad de la emisión de rayos X, los astrónomos fueron capaces de deducir
lo que podría estar sucediendo detrás del disco de polvo de la estrella.
La estrella estudiada reside 1.300 años luz de distancia de la Tierra , en la Nebulosa de McNeil, y se
observó durante dos estallidos de varios años. La primera observación duró
desde 2003 hasta 2006, y la segunda estuvo en marcha desde el año 2008.
Durante estos estallidos largos de la estrella, el cuerpo mostró
un crecimiento rápido en su masa, sí como en la emisión de rayos X y un
dramático aumento de la temperatura a 50 millones de grados centígrados.
El autor del trabajo, publicado en Astrophysical Journal,
Kenji Hamaguchi, indicó que “la actividad magnética en la estrella o alrededor
de su superficie crea el plasma súper-caliente. Este comportamiento podría ser
sostenido por la torsión continua de los campos magnéticos que conectan la
estrella y el disco, pero que giran a velocidades diferentes”.
La actividad magnética en la superficie de la estrella
también puede ser causada por la acreción de material en la misma. “Además, se
encontró otra variación en la emisión de rayos X que se repite con un período
de alrededor de un día”.
El comportamiento de V1647 Ori puede ser caótico, sin
embargo, los expertos apuntan que la configuración a gran escala del sistema de
estrellas del disco se mantiene estable en escalas de tiempo de varios años. “Estas
observaciones de V1647 Ori proporcionan una nueva visión de lo que podría estar
sucediendo en el interior de los discos de polvo de estrellas formadas
recientemente”, concluyó el investigador.
Fuente: Europa Press
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