Activistas protestan contra la energía nuclear
durante ONU |
Frustración y rabia son los sentimientos que predominan
entre activistas ambientales y sociales por el ''fracaso'' de la cumbre de la ONU Río +20, que terminó
este viernes con un acuerdo que consideran decepcionante y vergonzoso.
''Río+20 fue decepcionante. Para los 175 millones de
miembros de las organizaciones civiles que representamos hay un profundo
sentimiento de rabia y frustración'', dijo Sharon Burrow, miembro de la Confederación Sindical
Internacional (CSI), tras una reunión de varios activistas con el secretario
general de la ONU ,
Ban Ki-moon.
''No hay plazos, no hay medidas concretas, no tenemos
ninguna garantía (...) y para el medio ambiente, vamos para atrás'', agregó.
El documento final para preservar el medio ambiente y
combatir la pobreza, aprobado por 191 países en la cumbre este viernes, es
''abstracto y no corresponde con la realidad'', dijo a periodistas Kumi Naidoo,
de Greenpeace.
''Río no nos consiguió dar el futuro que queremos porque no
tenemos los líderes que necesitamos. Los líderes de los países más poderosos
apoyan el statu quo y quieren mantener las cosas como están, colocando
vergonzosamente el lucro privado por delante de las personas y el planeta'',
expresó Greenpeace en un comunicado que califica la cumbre de ''fracaso de
proporciones épicas''.
Una de sus principales críticas es que el texto final
plantea hacer una transición hacia una ''economía verde'' que preserve los
recursos naturales y que tenga en cuenta la necesidad de erradicar la pobreza,
pero que los activistas consideran una etapa más de la acumulación capitalista.
''La Río+20 repite el fallido libreto de falsas soluciones
defendidas por los mismos actores que provocaron la crisis global'', indica la
declaración final de la Cumbre
de los Pueblos ''contra la mercantilización de la vida'', aprobada este viernes
en una asamblea.
''La mayoría de los gobiernos demostraron irresponsabilidad
con el futuro de la humanidad y del planeta y promovieron los intereses de las
corporaciones en la conferencia oficial'', indica el texto, que destaca ''la
vitalidad y la fuerza de las movilizaciones y los debates en la Cumbre de los Pueblos''.
Darci Frigo, un activista de derechos humanos en Brasil,
estimó que ''la ONU no está representando los intereses de los pueblos en la
medida en que los actores que causaron la crisis son los mismos que proponen
las soluciones''.
Organizada por la sociedad civil al margen de la conferencia
oficial, la Cumbre
de los Pueblos reunió durante una semana a unos 50 mil activistas, indígenas,
estudiantes y religiosos que reclamaron en marchas y debates soluciones
concretas a los principales problemas del planeta.
La mayor de las protestas reunió a más de 20 mil personas
que marcharon por las calles del centro de Río.
Los activistas prometieron nuevas protestas. ''Le dijimos a
Ban que nos vamos a movilizar. Los líderes mundiales deben sentir la presión de
las personas diciendo que quieren una alternativa, un modelo económico
diferente'', lanzó Burrow.
Fuentes: AFP / OEAG
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