La reserva de Jaguari, en el estado de San Pablo, seca por falta de lluvia. /Bloomberg |
La necesidad de prevenirse por cortes prolongados llevó a los paulistanos a juntar agua dónde y como sea. Así lo detectó en una encuesta de hace dos días la consultora Datafolha. Señaló que dos tercios de los vecinos de esta mega urbe ya comenzaron a acumular sus propias reservas. Pero difícilmente esas existencias alcancen para proveer las necesidades diarias de higiene personal. La investigación de la encuestadora detectó que para 75% de los vecinos entrevistados el gobierno de Geraldo Alckmin podría haber evitado la crisis hídrica.
Es lo que sostiene un informe de las Naciones Unidas sobre esta situación, que fue elaborado a mediados del año. El gobernador Alckmin rechazó ese documento y envió una carta al secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, donde repudiaba los términos del dossier. Desde luego, su misiva nunca obtuvo respuesta. Según el titular de la ANA, las Naciones Unidas “tienen relatores que son independientes. Esos informes son presentados en todo el mundo. Y pienso que enviar a Ban ki-Moon una crítica de naturaleza política no es precisamente lo más adecuado. En verdad, el gobierno estadual tendría que haber aprobado alternativas técnicas para resolver la crisis”.
A corto plazo, la solución que encontró el gobierno paulista es explotar el segundo volumen “muerto”. Hace unas semanas, se vio obligado a usar el primero, que son las existencias de agua que están por debajo de la cota mínima de represas y lagos. “Fuimos nosotros quienes le sugerimos al gobernador esa medida provisoria y la razón es que ya no hay tiempo para hacer obras que se requerirían para enfrentar una sequía de esa magnitud. Las soluciones eran esperar una buena lluvia o usar esa agua”. Sólo que esa primera parte se agotó. Y ahora debe acudirse al agua que resta en los reservorios, que viene mezclada con barro y otros elementos. “Esa agua puede tener problemas”, indicó Andreu. El tiempo no ayuda: en esta época de lluvias, casi no cayó agua: “Y no hay previsión de lluvias fuertes en lo que resta del mes”. El titular del organismo que gestiona el agua fue cuestionado políticamente por el ex candidato socialdemócrata, Aécio Neves: “quiero recordar que quien me indicó para asumir el puesto, en el Senado brasileño, fue el propio candidato a vice (de Aécio), el senador Aloysio Nunes Ferreira. Esas insinuaciones no ayudan a resolver el problema de la crisis hídrica”, alertó. De acuerdo con el técnico, las dificultades surgieron ya a principios de año. Pero en ese momento “había una expectativa del gobierno paulista de un régimen lluvias importante que podría normaliza los manantiales. Pero esas lluvias no vinieron y no se tomaron medidas”.
Fuente: Clarín
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