Un
estudio sostiene que la superficie terrestre sufrirá olas de calor extremas que
se doblarán en 2020 y se multiplicarán por cuatro en 2040.
Una niña se refresca en la plaza del Milenio de Valladolid, España. (Pablo Requejo) |
Según
explican en este estudio, publicado en la revista 'Environmental ResearchLetters', la superficie del planeta que sufrirá olas de calor extremas en
verano como aquellas que azotaron Grecia en 2007, Australia en 2009, Rusia en
2010 o EEUU en 2012, se doblará en el año 2020 y se multiplicará por cuatro
para el año 2040.
Predicción
hasta 2040
Esta
predicción a 30 años, sostienen, se hará realidad con independencia de la
cantidad de CO2 que se emita a la atmósfera en los próximos años debido a la
gran acumulación de estos gases de efecto invernadero que ya hay en la
atmósfera.
No
obstante, si se aplican medidas de mitigación eficaces y las emisiones
descienden sustancialmente, los efectos positivos empezarían a observarse hacia
el año 2040, pues las olas de calor extremo se estabilizarían y dejarían de
aumentar. Éste sería el escenario denominado RCP2.6, uno de los dos que
presentan los autores, entre los que está también Alexander Robinson, del
Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid.
El
segundo escenario (denominado RCP8.5) contempla que las emisiones de CO2
continúen aumentando al ritmo actual. En ese caso, sostienen, la superficie
terrestre que sufriría estas olas de calor extremas se incrementaría un 1% cada
año a partir de 2040. Es decir, la mitigación de emisiones contaminantes sí
podría reducir el número de olas de calor en la segunda mitad del siglo XXI.
Clasificación
de las olas de calor
"Definimos
los fenómenos de calor extremo basándonos en la variabilidad que una región ha
experimentado en el pasado, año por año. 1-sigma recoge una variabilidad
normal. Por lo tanto, 3-sigma indica una desviación tres veces mayor y es un
fenómeno muy raro. A mediados del siglo XX prácticamente no se daban pero
ahora, debido al calentamiento global, se dan aproximadamente en el 5% de la
superficie terrestre", explica el investigador.
Los
científicos del clima han clasificado las mencionadas olas de calor de EEUU en
2012, Rusia en 2010 o Australia 2009 como eventos 3-sigma. Este tipo de olas de
calor extremas en verano afectan en la actualidad al 5% de la superficie
terrestre: "Un buen ejemplo es la ola de calor en Rusia de 2010, que afectó
a una amplia zona, desde el Báltico al Mar Caspio. En la región de Moscú la
temperatura media durante todo el mes de julio fue 7ºC más alta que lo habitual
(unos 25º). En algunas zonas se alcanzaron temperaturas superiores a los
40ºC", afirma el investigador Dim Coumou. "Agosto de 2006 y Julio de
2003 fueron extremadamente cálidos en Europa occidental, sobre todo en Francia.
Hubo zonas de España que sufrieron olas de calor 3-sigma", recuerda.
Y es
que, según afirman los autores, estos cambios ya son visibles y pueden
apreciarse cuando se analizan los registros de temperaturas entre 2000 y 2012.
Las intensas olas de calor que se han producido en los últimos años eran
prácticamente inexistentes hace unas décadas.
Además,
los científicos afirman que se producirán olas de calor mucho más intensas de
las que ha habido hasta ahora y que se clasificarán como 5-sigma. Según aclara
Coumou, "todavía no se han detectado" pero en el año 2040, vaticinan,
afectarán al 3% de la superficie terrestre.
Previsión
para 2100
La
situación que presentan para finales de siglo si siguen incrementándose las
emisiones de CO2 es crítica, pues su modelo climático muestra que para el año
2100 las olas de calor 3-sigma se producirían en el 85% del planeta y las de
tipo 5, al 60%.
"Las
olas de calor extremo son muy dañinas para la sociedad y los ecosistemas. Con
frecuencia causan muertos, incendios forestales y pérdidas agrícolas. Así que
un incremento en su frecuencia probablemente planteará serios retos a la
sociedad. Algunas regiones tendrán que adaptarse en un futuro cercano",
advierte Coumou.
Fuente: El Mundo
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