Recreación artística del planeta 'Kepler-62f'. (NASA) |
Siete nuevos
exoplanetas (es decir, planetas que están fuera de nuestro Sistema Solar) han
entrado en la lista de descubrimientos del telescopio espacial 'Kepler', que la
NASA lanzó en 2009. Pertenecen a dos sistemas planetarios distintos en torno a
las estrellas 'Kepler-62' y 'Kepler-69' respectivamente. La NASA ha ofrecido una rueda de prensa en la que los responsables científicos de su
telescopio espacial han explicado estos dos hallazgos.
La estrella
'Kepler-62' es el corazón de un sistema que está a una distancia de unos 1.200
años-luz de la Tierra y cuenta con cinco planetas cuyas características se
publican en la revista 'Science'.
Esta estrella no se
parece a nuestro Sol, ya que es más pequeña, menos brillante, más fría y más
antigua. Dos de los cinco planetas ('Kepler-62e' y 'Kepler-62f') que componen
este sistema se encuentran en la denominada zona habitable, es decir, orbitan a
una distancia de su estrella que en teoría les permitiría albergar agua en su
superficie y por tanto, ser potencialmente habitables.
En este sistema
planetario hay planetas de tamaños muy diversos. Así, 'Kepler-62f' es un 40%
más grande que la Tierra, lo que lo convierte en el exoplaneta más pequeño
encontrado en la zona habitable de una estrella. Su órbita dura 267 días.
'Kepler-62e' es un 60% mayor que nuestro planeta y tarda 122 días en completar
una órbita en torno a su estrella. Ambos se consideran 'supertierras'.
Las órbitas de los
otros tres, 'Kepler-62b', 'Kepler-62c' y 'Kepler-62d' duran 5, 12 y 18 días
respectivamente, por lo que los científicos creen que estos mundos son
demasiado cálidos para albergar algún tipo de vida como la conocemos en la
Tierra. Dos de ellos son más grandes que la Tierra y otro tiene más o menos el
tamaño de Marte.
Los investigadores que
han estudiado los datos facilitados por el telecospio espacial especulan con la
posibilidad de que 'Kepler-62f' tenga una atmósfera compuesta por nitrógeno,
dióxido de carbono y agua, aunque en su estudio admiten que no saben si tiene
atmósfera o si es un planeta rocoso. La única forma de averiguarlo sería mandando
una sonda robótica, una misión inviable en la actualidad.
Una estrella parecida
al Sol
El segundo sistema
planetario anunciado, el que orbita en torno a la estrella
'Kepler-69', tiene dos planetas, 'Kepler-69c' y 'Kepler-69b' y se encuentra a
una distancia de 2.700 años luz de la Tierra. Su estrella sí que se parece
bastante a nuestro Sol, tanto en su tamaño como en su brillo.
'Kepler-69c' es más
grande que la Tierra (un 70% más) aunque es el más pequeño de los que se han
encontrado en la zona habitable y que orbitan una estrella parecida al Sol. Su
órbita dura 242 días.
El otro planeta,
'Kepler-69b', es el doble de grande que la Tierra. Su órbita dura 13 días, por
lo que deber ser un mundo muy cálido y se encuentra lejos de la zona habitable.
Localizar exoplanetas
Los científicos
localizan estos exoplanetas de manera indirecta, midiendo los cambios en el
brillo de las estrellas para identificar la presencia de posibles planetas. Es
decir, se analiza el tránsito de estos objetos delante de sus soles. 'Kepler-62
y Kepler-69 son dos de las aproximadamente 170.000 estrellas que hasta ahora ha
observado el telescopio.
Durante la
presentación de los resultados, Lisa Kaltenegger, la investigadora que lidera
el grupo del Instituto Max Planck (Alemania) que estudia los datos recabados
por 'Kepler', ha destacado que el descubrimiento de estos dos nuevos sistemas
planetarios muestran la gran diversidad de planetas que hay fuera de nuestro
Sistema Solar.
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