Estela dejada por el meteorito en Rusia. (Efe) |
La caída de forma inesperada de un meteorito en Rusia ha
coincidido con la aproximación a la
Tierra del asteroide 2012 DA14, que el viernes por la noche
se situó a 27.800
kilómetros de distancia. ¿Ha sido casualidad o existe
alguna relación? Los expertos consultados coinciden en señalar
que, en su opinión, no existe vinculación entre ambos fenómenos.
Javier Licandro, astrofísico del Instituto de Astrofísica de
Canarias (IAC), ve improbable que haya alguna relación entre el meteorito ruso
y el asteroide 2012 DA14: "Todavía no lo puedo asegurar al 100% pero todo
indica que no hay relación. Habrá que ver los resultados de cálculo de la caída
de este objeto y comprobar si la órbita tiene alguna relación con la de DA14.
Yo creo que simplemente ha sido una casualidad", afirma.
Licandro recuerda que estos sucesos se producen con cierta
frecuencia, aunque la mayor parte de las veces no nos enteramos porque caen en
lugares despoblados. "Estos cuerpos entran a la atmósfera a gran velocidad
y se queman por la fricción con ella. Generan una onda de choque, que es lo que
causa la onda expansiva, que es como una explosión. Es decir, ha sido la onda
expansiva la que ha generado los daños y ha provocado los heridos", añade.
"En los vídeos se puede ver que el meteorito ruso
viajaba del noreste al sudoeste, mientras que 2012 DA14 se mueve de sur a
norte, casi en dirección opuesta, por lo que está claro que no hay ninguna
relación", asegura José Luis Galache, astrónomo del Minor Planet Center
(MPC), de la Unión
Astronómica Internacional, en el Centro de Astrofísica
Harvard-Smithsonian. En opinión de este científico, "ha sido una
casualidad".
¿En qué se diferencia un asteroide de un meteorito?
"Llamamos asteroide al objeto que está en el espacio. Cuando llega a la
atmósfera se convierte en un meteoro. Una vez que atraviesa a la atmósfera,
comienza a desintegrarse. Lo que cae a la Tierra es lo que llamamos meteorito", resume
el astrónomo del MPC, un centro financiado por la NASA.
Por lo que respecta al tamaño del meteorito que ha caído en
Rusia y ha causado heridas a más de mil personas, Galache calcula que
"debía tener unos 10
metros de diámetro. En el espacio hay objetos de todos
los tamaños, desde un grano a varios kilómetros", explica
"Asteroides de 10 metros como el que ha
caído en Rusia llegan a la atmósfera, de media, una vez al año. Pero el 70% de
la superficie terrestre está cubierta por agua, y del 30% restante gran parte
son zonas despobladas, por lo que no se detectan", añade.
Detectar con antelación estos fenómenos es muy difícil:
"El cielo es muy vasto y los medios son muy limitados. Cuanto más pequeños
son más difíciles de observar porque brillan menos. El meteorito ruso ha sido
inesperado, hubiera sido cuestión de suerte haberlo detectado", afirma
Galache.
"Para detectar rocas de cinco o 10 metros de diámetro
haría falta un sistema de observatorios muy costoso, incluso serían necesarios
observatorios espaciales. Debido al bajo riesgo que suponen no merece la pena
desde un punto de vista económico", apunta.
"De momento desconocemos la composición del meteorito
ruso pero por lo que tengo entendido se están recuperando pedazos así que se
podrá averiguar. Cuando se estudien más a fondo los daños se calculará mejor la
potencia de la explosión", afirma.
Otros meteoritos
No existen precedentes de caída de meteoritos que hayan
producido tantos heridos [la mayoría fueron leves], aunque sí hay otros
ejemplos. El meteorito de Peekskill fue captado casualmente el 9 de octubre de
1992 por varios vídeos independientes. Este meteorito impactó contra un coche
en Peekskill, Nueva York (EEUU) pero no produjo heridos.
En 2008 lograron detectar con 20 horas de antelación la
caída de un meteorito (2008 TC3) y la zona en la que impactaría (en un radio de
50 kilómetros ).
Cayó en el desierto de Sudán, sin que se produjeran heridos.
Desde el Minor Planet Center los astrónomos reciben todos
los datos de observaciones de asteroides y cometas que se realizan en todo el
mundo, sobre todo de los asteroides que acaban de descubrirse, para
catalogarlos y calcular sus órbitas. Su objetivo es detectar cuáles representan
un riesgo para nuestro planeta. "En la actualidad tenemos una lista de
1.400 asteroides potencialmente peligrosos. Los vigilamos con más atención,
conocemos sus órbitas y sabemos que en las próximas décadas no van a
representar ninguna amenaza", asegura Galache.
También estudian los cometas, que son cuerpos parecidos a
los asteroides, pero que tienen elementos volátiles congelados. Cuando pasan
cerca del Sol se calientan y se evaporan, y hacen que veamos la cola gaseosa
del cometa, explica Galache: "Los cometas también pueden suponer un
peligro para la Tierra ,
y son más imprevisibles que los asteroides", señala.
Por su parte, David Montes Gutiérrez, profesor titular del
Departamento de Astrofísica de la Universidad Complutense
de Madrid (UCM), considera también que no hay relación entre el meteorito ruso
y el asteroide que se acercó el viernes: "En principio pensamos que ambos
fenómenos no tienen relación, aunque todavía no tenemos todos los datos para
asegurarlo. Creemos que ha sido una gran casualidad", afirma.
Coincide Rafael Bachiller, director del Observatorio
Astronómico Nacional: "En mi opinión, el bólido de los Urales no tiene
relación con el asteroide 2012 DA14. En el momento de llegada del bólido, la
distancia entre ambos objetos era de cientos de miles de kilómetros y las
órbitas también parecen tener orientaciones diferentes, por lo que ambos
fenómenos parecen diferentes y sin relación física directa entre ellos",
concluye el astrónomo.
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