Baumgartner no pudo ocultar su felicidad al haber sobrevivido a su loca aventura de convertirse en el primer paracaidista en romper la barrera del sonido. |
Tras el descenso, en el estado de Nuevo México (Estados Unidos), Baumgartner sostuvo una conversación con periodistas en la que señaló que estuvo muy cerca de abortar el salto, debido a que el visor de su casco se congeló. También dijo que debió luchar para controlar los giros, antes de abrir el paracaídas.
"Durante unos segundos pensé que iba a perder el
sentido", afirmó el deportista de 43 años. "Ha sido muy difícil.
Estás deshidratado, estás cansado. Ahí arriba es un mundo distinto, el cuerpo
reacciona de forma diferente", declaró.
La hazaña -que comenzó a planearse hacer siete años- fue
transmitida en vivo por televisión gracias a las cámaras de video que fueron
instaladas en la cápsula en la que viajó hasta alcanzar la altura requerida,
con la ayuda de un enorme globo de helio. Fue posible ver a Baumgartner
abriendo la compuerta, justo antes de saltar.
Luego hubo un período de incertidumbre. Las imágenes de la
caída libre solo fueron transmitidas minutos después, cuando se tuvo la certeza
de que el récord se había conseguido. Solo los últimos mil metros fueron con
paracaídas.
Baumgartner logró controlar el descenso sin perder la
consciencia o sufrir una hemorragia cerebral en casos de girar de forma
descontrolada.
Los riesgos
El viaje de Baumgartner tomó 10 minutos, de los cuales duró
casi la mitad en caída libre.
Nadie ha llegado tan alto en un globo ni había intentado
hacer un salto desde semejante altura.
El récord anterior era del coronel de la Fuerza Aérea de
Estados Unidos Joe Kittinger, quien logró un salto de 31,3 kilómetros en
1960.
Hay inmensos riesgos involucrados en la proeza del
austriaco. En donde estuvo, la presión del aire es 2% menor de lo que es a
nivel del mar, lo que hace imposible respirar sin un suministro de oxígeno.
Las otras personas que habían intentado romper los registros
existentes para la caída libre más alta, más rápida y más larga perdieron sus
vidas en el intento.
Los ingenieros hicieron todo lo posible para contener los
riesgos. Contruyeron, entre otras cosas, una cápsula especial a presión una
para llevar al austriaco a la estratósfera con la ayuda de un globo de helio.
Baumgartner usó un traje a presión de nueva generación, una
evolución de la ropa protectora naranja usada por los astronautas en los
lanzamientos de cohetes.
Aunque el salto puede parecer un truco más de Baumgartner,
famoso por haber saltado desde las Torres Petronas, en Kuala Lumpur, su equipo
insistió en subrayar la relevancia científica del salto.
Marcas oficiales
Baumgartner tenía la esperanza de haber roto la barrera del
sonido durante su descenso. Un par de horas después de su proeza, se confirmó
que en efecto lo había logrado.
El deportista extremo fue trasladado por el equipo de
recuperación al centro de control de la misión establecido en aeropuerto el
Roswell, en Nuevo México.
Es posible que también haya logrado el récord de "subir
en un globo tripulado al punto más alejado de la tierra". Sin embargo,
ninguna de las nuevas marcas impuestas por Baumgartner se podrá clasificar como
"oficial" hasta que sean aprobadas por la Federación Aeronáutica
Internacional (FAI).
El representante de la FAI en Roswell analizará los datos grabados por
un GPS instalado en el pecho del austriaco.
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