martes, 27 de agosto de 2013

Ártico ruso: Animales en peligro

Los planes de explotación petrolera en el ártico ruso pueden suponer un riesgo para los mamíferos marinos. Una expedición busca averiguar cómo prepararse y protegerlos.


Una expedición de biólogos viajó al mar de Láptev para averiguar si las morsas y osos polares que habitan la región ártica rusa necesitan especial protección medioambiental.

Daniel Sandford, corresponsal de la BBC en Moscú, se unió a la misión científica organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), para investigar cuáles son los peligros que la actividad humana implica para esta región de prístinos hábitats y qué se puede hacer para proteger su vida silvestre.

¿Pero cuáles son las amenazas? Rusia planea explotar a gran escala los depósitos de gas y petróleo en el Océano Ártico, cerca de su costa norte.

Los científicos temen que la explotación petrolera en el ártico ruso afecte a morsas y osos polares.
"Se estima que el 20% de los depósitos petrolíferos globales sin descubrir se encuentran en los mares árticos rusos", dice Alexev Piskarev, autor del libro "El potencial energético de los mares árticos rusos".

Y las exploraciones ya han comenzado, también en el mar de Láptev. Aquí el agua es poco profunda, lo que hace que la perforación en busca de combustible sea más fácil. Pero esta tarea podría aterrorizar a los sensibles osos y morsas, y alterar su abastecimiento de alimento.

Además, el cambio climático ha causado una reducción drástica de la capa de hielo ártica en los últimos veranos, lo que significa que tanto osos como morsas deben pasar más tiempo en tierra.

Pero hay más. Menos hielo ártico también significa nuevas rutas de transporte marítimo. Según reporta Sandford, Rusia está promocionando la ruta marítima del Norte, que acorta el viaje desde China a Europa en dos semanas.

Y esto también puede afectar el frágil ecosistema: más de 400 barcos harán este viaje este año, en comparación con los cuatro que lo hicieron en 2010.

Es una de las pocas zonas salvajes que quedan en el mundo, dice Sandford, pero la industria moderna ya ha comenzado a invadirla.

¿Quién vive en la península de Taimyr?

El buey almizclero fue reintroducido en Taimyr después de haberse extinguido.
Este es el pedazo de tierra ligado al continente más al norte del mundo, en un extremo de Siberia.

Gran parte de la península de Taimyr está formada por la tundra ártica, con el permafrost o capa helada por debajo de la superficie.

Taimyr sirve como criadero a gran número de ánades y aves zancudas, que viajan miles de kilómetros al norte para alimentarse en su hermoso y aislado paisaje cada verano.

El buey almizclero se extinguió en este lugar, pero fue reintroducido a partir de poblaciones de Alaska y Canadá en los años 70.

También hay millones de renos salvajes, una gran población de zorros árticos y búhos blancos o nivales.

Los renos salvajes forman parte de la fauna de esta zona.
Las morsas siempre han venido a las costas de Taimyr. Pero a medida que el hielo marino se retrae hacia el norte, cada verano, aparentemente, más animales se quedan en tierra.

De acuerdo a las observaciones de los científicos en esta expedición, hay un número importante de osos polares. Pero poco se sabe de ellos.

De hecho, aquí se han hecho muy pocas investigaciones científicas.

Dos probables y enormes áreas de exploración en busca de gas y petróleo bordean la península: el mar de Kara al oeste y el mar de Láptev al este.

Y a medida que el tráfico marítimo aumenta en el ártico ruso, el mayor cuello de botella de esta ruta se ubica en la punta norte de Taimyr, en el Cabo Chelyuskin.

Gran parte de las investigaciones de la Expedición Laptev 2013 se han realizado en la Bahía Maria Pronchishcheva Bay, en la costa oriental.

Los osos polares

Por el calentamiento global, los osos polares pasan más tiempo en tierra.
Como parte de la expedición, Geoff York, experto en osos polares del Fondo Mundial para la Naturaleza, recolectó muestras de pelo y heces que serán sometidas a análisis de ADN.

Los biólogos quieren saber si los osos del mar Laptev son únicos. Si es así, podrían necesitar protección especial.

Se estima que hay entre 20.000 y 25.000 osos polares en todo el mundo.

También se calcula que la población aumentó después del Acuerdo para la Conservación de los Osos Polares de 1973. Pero los científicos creen que está disminuyendo nuevamente en algunas áreas a causa del cambio climático.

Es el más grande de los osos. Pesa hasta 800 kg y cuando se para en sus patas traseras puede medir más de cuatro metros de alto. Pueden correr a 50 km/h en distancias cortas, y puede nadar hasta 600 km cuando no hay hielo.

Se alimenta principalmente de focas oceladas o anilladas, pero caza muchos otros mamíferos marinos, incluidas las morsas y las belugas. También come peces.

Está más cómodo sobre el hielo marino, donde puede cazar focas más fácilmente. Pero debido al retraimiento del hielo ártico los osos deben pasar más tiempo en tierra durante los veranos.

A falta de focas, los osos pueden atacar a las morsas.
La perforación en busca de gas y petróleo cerca de la costa ártica de Alaska parece no haber afectado demasiado a los osos. Pero nadie sabe los efectos que puede tener el desarrollo a gran escala del Ártico.

Si las fuentes de alimento, como las focas, se ven desplazadas a causa de las plataformas petrolíferas o del aumento del tráfico marítimo, los osos podrían verse en problemas para obtener comida.

Lo que preocupa a los conservacionistas es la falta de preparación para proteger a los osos polares cuando aumente la explotación petrolera en el Ártico.

"¿Cuál es el plan? No hay un plan. Nadie tiene el equipo o el entrenamiento para lidiar con esto", dice el experto de WWF.

Muchas hembras vienen a la costa para hacer sus madrigueras en noviembre y diciembre para criar a sus cachorros, y cada vez son más, probablemente por los cambios en la capa del hielo del mar.

Generalmente, hacen sus refugios en lo profundo de grandes acumulaciones de nieve. Por el calentamiento global, se ha visto el colapso de algunas madrigueras a causa de lluvias primaverales antes de tiempo.

Los osos polares rusos viven a lo largo de la costa ártica desde la ciudad de Múrmansk en el oeste hasta Chukotka en este este, incluyendo las zonas donde es muy probable la explotación de depósitos de petróleo y gas: el mar de Barents, el sur del mar de Kara, el mar de Láptev y el mar de Chukchi.

Las morsas del Láptev

Aunque existen reservas naturales, no hay un plan específico para proteger a las morsas.
Hay dos subespecies de morsas, las del Atlántico y las del Pacífico, aunque científicos intentan confirmar si hay una tercera subespecie en el mar de Láptev.

La existencia de este tercer grupo ha sido fuente de debate entre los expertos por muchos años.

Uno de los objetivos de la Expedición Láptev 2013, organizada por el Fondo Mundialpara la Naturaleza, es resolver esta cuestión con análisis de ADN.

Casi todas las morsas viven dentro del Círculo Polar Ártico o en los mares cercanos. Se alimentan de mejillones y almejas, que extraen del fondo del mar.

Pero no bucean a más de 100 metros bajo la superficie para alimentarse. Cuanto más se retrae el hielo del Ártico hacia el norte, más profundas son las agua (el Océano Ártico tiene 4.500m de profundidad en el Polo Norte), y cada vez más morsas se ven obligadas a quedarse en tierra en el verano.

En el Cabo Sertskamen en Rusia, se estima que unos 115.000 animales llegan a la costa en otoño, un número que representa casi la totalidad de morsas del Pacífico que hay en el mundo.

A los científicos les preocupa que tales concentraciones de morsas puedan arrasar las poblaciones de almejas y mejillones en algunas áreas.

Los conservacionistas temen que un derramamiento de petróleo cerca de una zona repleta de morsas podría poner en peligro a toda una subespecie.

"Estas áreas que han sido destinadas a la exploración en busca de gas y petróleo alrededor de Chukotka en el ártico ruso son exactamente los lugares donde van las hembras con sus jóvenes crías. Perforar allí puede tener consecuencias desconocidas", explica Anatoly Kochnev, de la organización Chukottinro, la filial del distrito de Chukotka del Centro de Investigación Pesquera del Pacífico de Rusia.

"Cuando empiece la explotación debemos hacer una observación constante para verificar cuál es el impacto."

Un derramamiento de petróleo cerca de una zona repleta de morsas podría poner en peligro a toda una subespecie.
Reservas desprotegidas

Kochnev también afirma que nadie sabe qué efectos puede tener para las morsas el aumento del tráfico marítimo a través del Ártico. Tampoco se conoce con exactitud las zonas donde buscan alimento.

Los cachorros se quedan con sus madres hasta los tres años – un período inusualmente largo para este tipo de mamíferos. Cuando había grandes zonas de mar helado en el Ártico, la madre podía dejar a sus crías sobre el hielo, donde estaban relativamente seguras.

Pero ahora que tantas morsas deben acercarse a la costa, lejos de las áreas de alimentación, los cachorros deben nadar largas distancias con sus madres mientras ellas bucean en busca de comida.

Las morsas pueden incluso dormir en el mar: llenan sus laringes con aire y estas actúan como salvavidas alrededor de sus cuellos, manteniendo la cabeza a flote mientras descansan.

Cuando se aglomeran en tierra, pueden entrar en pánico rápidamente. Esto puede causar estampidas fatales y aplastamientos en los desesperados esfuerzos por llegar al mar.

Rusia no tiene un plan específico para proteger a las morsas, sólo reservas naturales creadas a lo largo de la costa. Pero los animales no se quedan en esas reservas.

"Es muy importante protegerlas cuando están en la costa, pero esa es sólo una parte de la protección que necesitan", dice Kochnev.

"Y de todas formas", añade, "las reservas como la del mar de Láptev no están adecuadamente vigiladas".

A partir de esta expedición, los científicos esperan que la confirmación de la existencia de subespecie del mar Láptev ayude a impulsar medidas para proteger a estos animales marinos.

Fuente: BBC

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