miércoles, 31 de octubre de 2012

Fabrican órganos con células propias para curar el cáncer

El proceso de fabricación de una tráquea sintética Instituto Karolinska.

La mayor parte de los científicos buscan el remedio infalible contra las llamadas enfermedades incurables. El cáncer, la gran lacra de nuestro siglo, se lleva cada año millones de víctimas. A simple vista no hay remedio posible para combatirlo. Pero, ¿qué pasaría si nuestro cuerpo regenerase las células necesarias para fabricar un órgano sano? La respuesta la tiene el Instituto Karolinska en Estocolmo con el doctor Paolo Macchiarini a la cabeza que, desde 2008, se dedica a la conocida como medicina regenerativa o ingeniería de tejidos. Esto es, “la fabricación de sustitutos biológicos para mantener, restaurar o mejorar la función de los órganos y tejidos en el cuerpo humano”.

Sin embargo, ha sido el pasado mes de septiembre cuando este equipo de especialistas ha dado un paso más allá. Acaba de descubrir cómo se pueden aprovechar los mecanismos de reparación del cuerpo para que sea él mismo quien reconstruya por sí solo un órgano dañado. De esta forma, serían nuestras células las encargadas de solventar la enfermedad. Se trata, como afirma el doctor Macchiarini, de no tocar al paciente sino de usar su cuerpo para recrear su propio organismo.

Uno de los objetivos principales de estos ingenieros de tejidos es alejarse de lo mecánico y producir algo lo más humano posible. Si hasta ahora se trasplantaban máquinas que simulaban las funciones de nuestros órganos, con esta técnica sueca no será necesario implantar miembros de otros cuerpos ni crearlos en el laboratorio, sino simplemente regenerar el propio con sus células.


Andamios para hacer órganos

Andemeriam Beyene ha sido uno de los primeros privilegiados en probar esta tecnología. Tras sufrir un cáncer de tráquea el equipo del Instituto Karolinska le ha implantado una sintética creada a partir de sus propias células. El mecanismo: sembrar con células madre extraídas de su médula ósea la nueva tráquea hecha de un plástico poroso y fibroso. Esto hizo que Beyene se despidiera del tumor. Sobrevivió.

Los avances en el conocimiento de las células madre es primordial en casos como el de este joven de 39 años. Aquí los ingenieros aprendieron más sobre lo que se conoce como andamios, cuyo cometido es el de sostener a las células en su debido lugar. Este andamio sintético fabricado por científicos de la University Collage London usó la traquea natural del paciente a modo de plantilla. Después y para lograr que el órgano funcionase, se rellenaron de células madre los diminutos espacios que tenía el plástico. Durante dos días la traquea se fue revistiendo de las células necesarias para su articulación. Al tercero se procedió a trasplantárselo al paciente. Tras la cirugía, el paciente tosió y sangró. Si lo hacía viviría. Y así fue. Una tráquea sana necesita células especializadas como las que producen mucosidad para trabajar correctamente. Gracias a ellas evitamos que nos dañen infecciones mortales. Otro dato importante es que el cuerpo no rechazó el trasplante porque habían sido sus propias células las encargadas de regenerar el órgano. De hecho, ni siquiera necesitó tomar fármacos inmunosupresores, algo esencial en estos casos.


Eliminar las operaciones

Entre las investigaciones que el doctor Paolo Macchiarini tiene previstas próximamente, se encuentra aquella donde se eliminaría incluso el andamio sintético para reemplazarlo por medicamentos. Ingerir un fármaco específico permitiría al cuerpo reconstruir su propio andamio sin necesidad de operación alguna y por tanto, se acabaría eliminando la enfermedad del organismo. El éxito en esta innovación de la biomedicina y la cirugía crearía una nueva alternativa para tumores, malformaciones congénitas o patologías de las vías aéreas superiores hasta ahora solo tratadas mediante trasplante.

Fuente: La Vanguardia

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